Dikt El tumulto
Yo fui la planta llena de hojarasca
de torcida raiz, si que bien honda
un tumulto de savia, y su borrasca
donde faltaba fruto puso fronda.
Error de exceso que no fue problema,
pues no duro; el dolor me puso a poda
y hacha en la mano despojome toda
para encauzarme en una sola yema.
Me faltaba un amor, y ya lo tuve,
una infamia también y di con ella,
un engaño y lo halle; la savia sube.
A copular mi vida en una bella
rama recargada que pesarme siento
y empiezo a madurar: estate atento.
(2 votos, promedio: 5,00 de 5)Poesia similar:
- ¿quién se acordará de mis orquídeas salvajes en el tumulto de la vida? Siempre pensé que tenía más tiempo Pero siento que estoy al final de la vida. Alguna vez soñé que cuando […]...
- Savia en las palabras Es savia que huele A jocote verde Que humedece de vida A las montañas Para que conozcan Días nuevos En […]...
- Abismos Dios puso en los abismos del espacio Esos vapores tenues, Que, en nube convertidos, se coloran Con tinta suave cuando […]...
- Segunda plegaria Cada noche me siento en la butaca de siempre y amparada por la oscuridad de la sala olvido durante dos […]...
- Dora panchita A doña Panchita el sol la hizo de carne trigueña. El sol la hizo buena moza. El sol la hizo […]...
- Quien puso en ti su mano Quien puso en ti su mano tuvo ardiendo la carne y perfumó su corazón. Desde entonces mi piel se ha […]...
- El espía En la pública luz de las batallas otros dan su vida a la patria y los recuerda el mármol. Yo […]...
- Un cacto de lancaster (Vida entre las espinas) Te descubrí maravillosamente erecto, En la calidez de tu desierto aparente Con la discordancia de mi […]...
- La cabra La cabra suelta en el huerto andaba comiendo albahaca. Toronjil comió después y después tallos de malva. Era blanca como […]...
- Ritornello Vuelves con el alba como el alba te vuelves misterioso sugestivo vuelves y me envuelves desatando el vértigo en mi […]...
- Unida a tí ¿Otra vez quieres probar Mi firmeza? Y llena de ti ¿Tratas como a extraña? Si, hasta hoy, solo pretendí Mostrarles […]...
- Una rabia una rabia entró Por la puerta trasera De mi pobre corazón No le faltaba nada Ni luz de mi mente […]...
- Sonetos bíblicos (i) job Y vino y puso cerco a mi morada y abrió por medio della gran carrera Fray Luis de León Trad. […]...
- Mi ciudad a Juan Cameron La ciudad donde nací es una añosa meretriz que ya no recibe visitas Su época se esfumó […]...
- Soleá del amor desprendío Mira si soy desprendío que ayer, al pasar el puente, tiré tu cariño al río. Y tú bien sabes por […]...
- Puño en alto final ¡Ecua jey! Grabemos el sueño entre los árboles Desentrañemos los secretos al asombro Tengamos mucha imaginación para ver la realidad […]...
- A una flor inmersa Cae la rosa, cae atravesando el agua, lenta por el cristal de sombra en que su tallo ahoga; desciende imperceptible, […]...
- Flores lívidas Las sonrisas sin encías, y las miradas sin ojos, las visiones de los sueños de los pálidos neuróticos, invisibles enemigos, […]...
- Nada mas simple, nada mas facil Nada mas simple, nada mas facil, Que pedir absolucion, pedir perdon, Por aquella infamia cometida, Tan maligna e inhumana. Pero […]...
- Mis sueños Hola amor… Solo quiero que sepas que me haces falta, las noches son inmensas, frías y temerosas, el abrigo de […]...
- Pajares del fuego Nos era preciso algún despojo. Una cabeza desairada de Muñeca, un camino embarrado y lúgubre, a lo mejor una Pistola […]...
- La rosa del jardinero Era un jardín sonriente; era una tranquila fuente de cristal; era, a su borde asomada una rosa inmaculada de un […]...
- Una parábola acerca de scott Las mansiones de moda en Long Island están en nuevas manos. Allí Gatsby había muerto, luego de amar una mujer. […]...
- DetrÁs del cristal Pero se ve, pero se mira e, incluso, Aunque sólo sea sombra, se respira. Lo sé al compás del silencio […]...
- Piedra bebemos en la delgadísima savia de los musgos Piedra bebemos en la delgadísima savia de los musgos. Porque sabed que es humana la piedra con su musgo Y […]...
- Niña cortada de un árbol Las aves nicaragüenses se forman de los árboles: de frutas enternecidas por la lluvia de hojas suavizadas por el viento […]...
- Frowning upon me Enciendo tantas luces para verte salir, entre un redoble de tambor, del pastel, con chistera y tacón rojo, y tengo […]...
- Era un jardín sonriente Era un jardín sonriente; era una tranquila fuente de cristal; era, a su borde asomada, una rosa inmaculada de un […]...
- Arte mayor (iii) Tu lengua llega a casa los manzanos despiertan. Despacio te deslizas por hondos laberintos. Con el filo del ojo me […]...
- Sólo eras viento El escudo de tu cuerpo, mamá Tus palabras Tu lucha a muerte contra las brumas Que acosaban mi niñez Es […]...
- Ego sum lux Te conoce la savia cuya lágrima evoca tu desnuda pupila de neón canicular. Igualmente la ola, la semilla, la rosa […]...
- Por poco jaicus Cuando te vea dirás que estoy ausente y lo estaré, pero entiende que no puedo pasar del milímetro de las […]...
- Polychromos (haikus) (61-62-63-64-65) 61 Arrodillada rubriqué el verde claro con mi desnudez. 62 estanque puente me sumerjo en luces verde manzana 63 En […]...
- Hago señas y signos pasajeros En aquel mismo árbol fui a buscar Otro verano, el corazón ése, mal grabado Sobre una playa de corteza tersa […]...
- Árbol La caída del árbol le distingue. José Lezama Lima Yerta raíz de ausente savia, tu detenido rumbo y la oscuridad […]...
- Historia de amor contada por una de las partes Nos conocíamos bien pero nos perdonábamos. Tú decías amar mi pelo largo y esta costumbre de leerte versos que por […]...
- Las bodas de canaán Goza la tarde nupcias de estirpe salinera donde céfiro y brisa trasiegan arrebol. Mas la encendida savia de la vid […]...
- La higuera estéril Triste higuera maldita, mutilada de sexo Y ávida de plumajes, tu desgajado grito levanta en banderola para gritar: «Estéril! sí, […]...
- Vísperas de la agonía Fragancia de jardines y eucaristía de huertos encienden un aromado retablo nazareno. Vertida sobre mares, valles, montes y cielos, la […]...
- Llévame a aquella fuente Llévame a aquella fuente cristalina donde juntos bebimos las purísimas aguas que apagaron sedes de amor y llamas de deseos. […]...