Dikt Agua prieta y su cancer social
Los perros del poblado aullaron fuerte
Cuando en lo oscuro de la noche fría
Se oyó el fragor de ráfagas de muerte
Provocando el ladrar de la jauría.
No de aquella formada por los canes
De los humanos sus amigos leales,
Sino de los que vagan con afanes
De agredir y matar a sus iguales;
Los que de antropomorfa su figura
En realidad son bestias que rabiosas
Atacan con furor y desmesura
A quien pretenda contrariar sus cosas.
Seres endemoniados que encadenan
A jóvenes y niños de Agua Prieta,
Con las drogas mortales que envenenan
A esta comunidad que los respeta
Al identificarlos con perfiles
De grandes deportistas o empresarios,
Cuando en verdad son ruines y son viles:
¡¡¡Los capos de maleantes y sicarios!!!
Pobre mi pueblo que soñara un día
En conquistar la fama de gran nido
De hombres de bien; de ser la cuna y guía
Forjadora de un pueblo distinguido.
Pero es la insensatez desenfrenada
La que recluta a lerdos y a brillantes
Y los convierte en ruina desbordada
Que enriquece a malvados «comerciantes.»
Los que del negro arcón de sus riquezas
Dan fútil caridad que los desfoga,
A pesar que han sembrado de tristezas
Miles de hogares al vender su droga.
Es frustrante estar vivo para verte,
Pueblo querido, en tan infecto fango;
Hubiera preferido que la muerte
De fósil ya me hubiera dado el rango.
Pero ya que he llegado a estas alturas
Déjame, pueblo amado, que te pida
Perdón por esta historia de amarguras
Que por todos ha sido permitida.
Ojalá que tus hijos del futuro
Prevengan el dolor de heridas vanas
Y que a tu alrededor pongan un muro
Que aleje a estas criaturas inhumanas.
Adiós terruño que inspiró en mi infancia
Verte puro y estable paraíso,
Hoy lamento que crimen y vagancia
Te han hecho un cáncer vil y movedizo.
¡¡Dios te guarde en el hueco de Su puño
Y que de amor te envuelva con Su manto,
Para que no padezca ni un rasguño
Tu Espíritu inmortal, grandioso y santo!!
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