Dikt Los ancianos
Los ancianos que ahora vemos caminar sin prisa y desgarbados,
Mirada triste, espalda como gancho y pies cansados,
Fueron ayer también niños vibrantes cargados de ambiciones,
Pero al paso del tiempo malograron ideales e ilusiones.
Hoy no tienen repecho ni esperanza que anime su sendero;
No hay más nada que ocupe el desolado rincón de su granero.
Han perdido sus casas. Su familia formó nuevas familias y, con prisa,
Sin esperar la muerte de sus viejos dieron lugar tan solo a la chaviza.
No hay campo para, «rucos carcamanes» en el juicio mordaz de los hogares,
Donde se cree en la juventud eterna sin ver que igual habrán de cruzar mares
De lágrimas seniles de injusticia al arribar los años más pesados:
Los de la senectud inevitable, los de la soledad, los desgraciados,
Los que parecen no contar ya con bendición de Dios ni con su gracia.
El amargo sabor de la ignominia reemplaza y vuelve cándida falacia
Lo que fue el gran amor imaginado brotando natural desde los hijos.
Es el futuro anuncio de más penas y la vida un infierno de acertijos…
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