Dikt Otra ciudad
A Juan Manuel Ramírez Palomares
Hay ciudades de bruces en el polvo
Con la basura y los pingajos de las horas antiguas
Colgados en el pecho.
Pueblos ayer raídos por la lluvia
Y hoy por el ayer.
Todas temblando de incertidumbre por las calles
Y llenas de periódicos, de fechas,
De vivo simulacro.
Un pan del cielo en sus bocas, esperaban
El cambio nocturno en los vigías cósmicos,
El momento proclive de la sombra
Para lanzarse al mar
Como los viejos trasatlánticos.
Tal vez un árbol fue su origen,
Un lago enceguecido, un ojo de agua
Brotado de la mítica raíz
De algún día esperado mas nunca prometido.
Tal vez su cauce primigenio (aquella golondrina)
Fue atraído por los vientos al sur.
Ahí se hizo ciudad lo que fue piedra,
Un lodo gutural de silencios distantes.
La lumbre levantada marcó ritmo.
Minas de piedra preciosa le hacían litoral.
Ciudades como esta que les nombro
Debiéramos fincarnos.
Hacérnoslas crujir en la medida de los huesos,
Salivarlas al punto de la aurora.
Y sobre todo, entre sus polvos
Hacerlas que se traguen su recuerdo,
Su maternal violencia y sus noches de muchachas
Para que pueda en ellas sentirse otra ciudad.