Dikt Reflexiones de un ocaso de sabado
Si el tiempo del principio
Hubiese tenido su prepucio
Si solo lo abyecto y su sucio
Se precipitasen al precipicio
Solo… deambuló
Filósofo Confucio
Solo se alquiló
De cogote el occipucio
Solo tal parafernalia
De esta existencial del ser praxis
Solo tal homilía
De ese huesito de tu cóccix
Del elefante su prolongado barritar
Para alabarte tu corona Alteza
Azules tus cielos para habitar
Cándida calidad de tu belleza
Así y allí
Como en tus nubes
Así y allí
Aun con tus remolinos
Así y allí
A mi planeta te subes
Así y allí
Con tus ojos opalinos
Del tamaño de ápices
Nunca fue el color de mis tapices
Aun si de niño tuve lombrices
Tus almenas son de mis alebrijes
Como si encima del pináculo
Después de vencer obstáculos
Supieses que existe un oráculo
Que canta buenos espectáculos
Como mantiene la calidad
La infinita diversidad
Como ancha es tu amplitud
Y divina la variedad
No se si algún recelo
Aun mantiene mi anhelo
Tu hálito para mi consuelo
Y jacintos pal difunto abuelo
En recónditas peripecias
Conocí bellas egipcias
Les veneré las esencias
Me insufle sus sustancias
Que nunca entrampado
Se ensucie mi Hado
No quiero morir ahogado
Ni con mi cadáver morado
No seré ni motivo ni artefacto
De lo abyecto ni lo putrefacto
Libre decisión encamina mi acto
Con total respeto a nuestro pacto
Emérito y antiguo versículo
Dijo un sabio anciano sánscrito
Virtud vencedora del obstáculo
En que lo real esta inscrito
Así en la paradoja
Como en egregia epopeya
Lágrima de mi congoja
Para tus ojos, Pompeya
Así en prolongado éxtasis
Así como en tu síntesis
Agua alimentas a mis oasis
Eres mi mas elegante paráfrasis
Para que no avance al oeste
Nunca la depredable peste
Porque cueste lo que cueste
Cowboy en Texas sureste
Nunca medalla ni premio
Le otorguen al vano apremio
Nunca sindicalista de ese gremio
Negada e inmerecida medalla
Al indigno al vil y al canalla
Al servil en cualquier batalla
Es valor de la moral
Respetar ajeno morral
Es respeto total
Respirarte tu local
Ángeles de tu verbigracia
Hasta nueces daba tu acacia
En tu cuerpo, el mío, se placía
Tu mullida cuna me mecía
Para que aun en lo inmisericorde
Un trío de Ángeles, entone un acorde
De ese material la invisible cuerda
Que une lo que es con lo que se recuerda
No nos perdamos por un diamante trapecio
Mejor nuestro amor, Amistad y aprecio
Nuestro integrado pacto de silencio
Sabemos es de duro silicio