Dikt Una corona no, dadme una rama

Una corona, no, dadme una rama
de la adelfa del Gévora querido,
y mi genio, si hay genio, habrá obtenido
un galardón más grato que la fama.

No importa al porvenir cómo se llama
la que el mundo decís que dio al olvido;
de mi patria en el alma está escondido
ese nombre, que aún vive, sufre y ama.

Os oigo desde aquí, desde aquí os veo,
y de vosotros hablo con las olas,
que me dicen con lenguas españolas

vuestro afán, vuestra fe, vuestro deseo,
y siento que mi espíritu es más fuerte
en esta vida que os parece muerte.

(2 votos, promedio: 5,00 de 5)

Poesia similar:

La rama Canta en la punta del pino un pájaro detenido, trémulo, sobre su trino. Se yergue, flecha, en la rama, se […]...

Dadme los alimentos y el aliento Dadme los alimentos y el aliento, el pan y sus levaduras más elementales, el signo más nuevo, que viajo a […]...

Corona La llovizna partió. En el cuarto, viejo baúl de la noche, nicho, mi vida se amontonaba. (Allí, recuerdos de sol […]...

Ayer, una corona de agua De una corona de agua, en la otra vida, cuando era nieve despertar y plata morirse poco a poco en […]...

Piedra y siglo No escuché los aplausos… No los oigo desde hace mucho tiempo… Sin embargo, ¡cómo miro miradas!… No desoigo su mirar, […]...

A los hÉroes sin nombre Vosotros, los humildes, los del montón salidos, Heroicos defensores de nuestra libertad, Que en el desfiladero o en la llanura […]...

Soneto Como sois parecida, Señora, a quien yo amaba, Igual es vuestro acento a su voz inerte, Murmura extrañamente, y hace […]...

A una dama que iva cubierta El corazón se me fue donde vuestro vulto vi, e luego vos conocí al punto que vos miré; que no […]...

Cuentas de mÁrmol Yo, la estatua de mármol con cabeza de fuego, Apagando mis sienes en frío y blanco ruego… Engarzad en un […]...

De la poesía Me restituyo. Esta es mi comarca verdadera. Que aquí lo eterno es el instante La infinitud del canto de la […]...

No hay cárcel No hay cárcel No hay cárcel peor que ésa De vuestro peso y altura, Ni peores cadenas Que las que […]...

EvocaciÓn Perdonad que hoy evoque vuestra tristeza de seda Afirmada en el llanto, vuestro paso cansado Por las avenidas, vuestro corazón […]...

Soneto xxiii En tanto que de rosa y de azucena se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar ardiente, […]...

Silencio nocturno Me adentro en la noche, me hundo en su profundidad Y desde ella escucho a las estrellas que en su […]...

Señora, flor de azucena Señora, flor de azucena, claro viso angelical, vuestro amor me da gran pena. Muchas en Extremadura vos han gran envidia […]...

Incidente doméstico Traza la niña toscos garrapatos, de escritura remedo, me los presenta y dice con un mohín de inteligente gesto: «¿Qué […]...

Jardín antiguo En tardes calurosas Oigo nuestras voces: Rondas inquieto como yo, Sin encontrar el agua acampada en las rocas. Pero hay […]...

Alegráos Alegráos con las flores que embriagan, las que están en nuestras manos. Que sean puestos ya los collares de flores. […]...

Giovanni battisa piranesi Aquí el espectador se ve forzado a una actitud esencialmente equívoca pues la calzada que allá abajo cruza el valle, […]...

Por las cornisas de la locura voy Y nada sino yo es el precipicio: Sobre los desvencijados telares de los sueños No hay polvo ni sombra que […]...

Desde aquí no se divisa el horizonte Desde aquí no se divisa el horizonte, Ni los sembrados, Ni el color de las aulagas amarillas. Desde aquí la […]...

Desde la torre gálata Contempla allá esa luz que hacia el poniente es sangre. Esa luz que parece inventarse la ciudad en sus atardeceres. […]...

Buenos aires Y la ciudad, ahora, es como un plano De mis humillaciones y fracasos; Desde esa puerta he visto los ocasos […]...

Nunca Nunca nunca el sueño descubre quién teje en la sombra quién mezcla rostros rastros los dispersa quién pone los pies […]...

El acento me pende del zapato El acento me pende del zapato; le oigo perfectamente sucumbir, lucir, doblarse en forma de ámbar y colgar, colorante, mala […]...

Xii (libro de mario) Todas las horas se agolpan en la sal de este dolor Todas predican la espuma de esta rabia sublevada ¿y […]...

Al adquirir una enciclopedia Aquí la vasta enciclopedia de Brockhaus, aquí los muchos y cargados volúmenes y el volumen del atlas, aquí la devoción […]...

¿quÉ historia cuenta? ¿Qué historia cuenta, si el ciprés se arquea, Y la higuera se rompe, el loco viento? ¿Si las puertas se […]...

Margarita te quiero contar un cuento Estoy a punto de caer en el pozo avellana de tus ojos… Me aferro a mis razones, a las pocas […]...

Soy el que espera ahora SOY el que espera ahora La ascensión de los días desde las ramas altas. He escuchado las voces De las […]...

Teme que su afecto parezca gratitud y no fuerza Señora, si la belleza Que en vos llego a comtemplar Es bastante a conquistar La más inculta dureza, ¿Por qué […]...

Canto de nezahualcóyotl de acolhuacan (Con que saludó a Moctezuma el viejo, cuando estaba éste enfermo) Miradme, he llegado. Soy blanca flor, soy faisán, se […]...

Del mundo y otros cielos ¿Quién sabrá que mi herida es una gran hendidura del cielo, que encierra dentro las palabras que yo destinaba a […]...

A meléndez, cuando la publicación de sus poesías ¡Gloria al grande escritor a quien fue dado Romper el sueño y vergonzoso olvido En que yace sumido El ingenio […]...

Poema i de : diez sonetos A Juan Luis Calbarro. Regresas como un pájaro de sueño, como un fruto caído del tiempo. Hablas desde el fin […]...

El panorama – Desde aquí arriba -¡se lo aseguro, suban!- Resulta impresionante el panorama. Al fondo – allá, donde huye el horizonte-, […]...

Watteau en noguent-sur-marne En el brillante centro de la sala se oye las risas y el reloj. En cuatro círculos giran las Estaciones, […]...

Mucho te quise Mucho te quise y con dolor te miro cuando aquí pasas con tu sueño a cuestas. Mas para siempre, desde […]...

Del exilio Hemos venido aquí, desde muy niños, a esperar, y a vivir. Llevamos en las manos muchos años y el otoño […]...

El nido vacío En un tiempo mejor, aquí vivía el ángel tutelar de mis amores. A la oración, en estos corredores, ella, mis […]...