Dikt Aunque soplÓ tus pÁrpados
Aunque sopló tus párpados la muerte
El aire de tus odas sigue puro,
Por eso te converso en esta tarde
Neruda, hermano, y traigo en mi saludo
La letra titilante de la brisa,
La hiedra vigorosa de los muros,
Las siete vanidades del zafiro,
Y las pestañas de mi amor desnudo.
La paja de las cosas más sencillas
Subió por tu palabra haciendo un humo
Con que llenaste casas y poblados.
Y a aquella hoguera no faltó ninguno.
Y a quien no fue me puse a hablar de ti.
Le sigo hablando en este soplo y pulso.
Ya todos aprendieron tu lección
De rosa roja en un cerrado puño.
Los niños te saludan. Canta el agua
Con tu canción. Y luego le hace dúo
Aquel silbido de las verdes piedras
Por las que sopla el cuerno de los juncos.
Adiós. Buen día. Que descanses, Pablo.
Tu amigo y tu enemigo están de luto
Por ti calientemente muerto ayer.
¡Y sin embargo vivo cual ninguno!