Dikt Grafía
Nieva sobre el cristal de la mañana.
Con la misma lejana displicencia
De un pájaro mojado
-tenso vibrátil el tendido alambre-
Contemplo como nieva.
Nieva sobre el asfalto.
Sobre este tedio de los edificios,
Esa erguida presencia, gélida densidad,
Acerado pretil de línea altiva
Alzándose en el orden
De la implacable mano previsora.
Nieva enconadamente. Sobre los rostros.
Y sobre las antenas televisivas nieva.
Nieva sobre lo absurdo.
Sobre las voces nieva.
El tiempo de la espera en esta nieve
Que se desliza y cuaja blanca como la tiza
-¡Aquella cal del sueño leve y pura
Como fue la grafía del primer balbuceo!
Nieva sobre el olvido.
Sobre las manos nieva.
Resbalando del cielo pizarroso
Se desmarcan las letras de aquel abecedario
Que inscribió sobre el tiempo
La inquietud y el asombro.
El hálito, el exilio y el deseo.
El afán fugitivo que agitó las retamas
Mientras blancas adelfas
Le sirvieron de cálamo al silencio.
La mano abierta entonces
Sostuvo la belleza,
Igual que ahora sostiene
Los párpados insomnes
Donde esta nieve gira
Sustentando el vacío
De aquel limpio candor…
De esta incereteza.
Nada queda en la mano cuando intentas
Retener sobre el hueco de la palma
Un poco de su ambigua transparencia.
Remolino de un viento de cristales,
Biselado trasluz – danzan estrellas –
Solo el viento susurra en este espacio
Que hay un temblor de invierno
En la mirada.