Dikt El amor no se muere nunca
El amor no se olvida ni se apaga jamás, siempre nace a cada instante con cada soplo de aire que se escapa en un suspiro, siempre renacerá aún cuando no haya un horizonte cercano, aún cuando cansados bajo el peso de la tarde nos entreguemos a oír tan sólo los pájaros, entonces renacerá del corazón un latido especial, un latido que no es igual a otros, un latido que después de todo es una nota del alma, inigualable, indescifrable y luminosa, un latido de amor y comprendemos que a pesar de no tener palabras para llamar lo que no está, todavía podemos acelerar el corazón con la tibieza de una melodía, la que a lo mejor nos conduce a encontrarnos con nosotros mismos y allí dejar en un abrazo sincero la Amistad y la sinceridad, la comprensión y la verdad. Los momentos pasan siempre y sólo nos queda la sensación de haber tenido y ya no tener, porque somos plenos cuando estamos frente a las cosas que tocamos, que miramos, que amamos.
Luego, como la arena se escapa entre los dedos, así se nos van los momentos quedándonos con la esperanza de volver a atrapar el instante en que por una disciplina de la vida misma nos tocó ser feliz.
No hay que apenarse por lo que se va, aún cuando la tristeza lance bocanadas de aire ardiente sobre nosotros mismos y seamos un poco más que nada en ese momento, algo así no nos debe consumir, algo así es un canto que la vida a veces suele cantar, después vienen los tiempos felices y las ausencias se llenan de recuerdos, y los recuerdos nos hacen buscar aquellas cosas nuevas con algún sabor para volver a empezar.
El amor no se muere nunca ni se apaga jamás, detrás de cada paso dejamos algo que nos puede volver a atrapar y enfrente de cada camino siempre habrá, para alguien más, un nuevo lugar.