Dikt En un pasaje
EN UN PASAJE, UN DOMINGO,
ME ENCONTRÉ UNA MORENITA;
CUANDO IBA, YO, DISTRAÍDO,
PENSANDO EN MIS HONDAS CUITAS.
FUE, ELLA, QUIÉN ME VIO PRIMERO,
ESTOY SEGURO; Y, LO SÉ;
PORQUE CUANDO LE MIRÉ,
¡AH, QUÉ COSA MÁS BONITA!;
SIN EMBARGO, ME AGUANTÉ,
EN DECIRLE: ¡FLORECITA…!
ME FUI A DORMIR ESA NOCHE
LLEVÁNDOME SU MIRADA;
EL SUEÑO, NUNCA LLEGABA:
PENSABA EN ESE DERROCHE
DE BELLEZA INMACULADA…
PERO TENÍA UNA ESPEZANZA,
PARA SABER ¡QUIÉN ERA ELLA!
CUAL BIEN IBA ACOMPAÑADA,
TAMBIÉN DE UNA LINDA ESTRELLA,
COMO SI FUERE SU «HERMANA».
YA EL MARTES, POR LA MAÑANA,
COMO UNA ROSA TEMPRANA…
Y, EN OTRO PASAJE DE ESOS;
FRENTE A LOS «MARCOS SAN JUAN»,
VOLVÍ A VER AQUELLOS OJOS
EN CUERPO DE ESA DONCELLA;
¡AH, QUÉ COSA TAN MÁS BELLA!
NO DONDEQUIERA SE DAN.
ESTA VEZ, NO ME AGUANTÉ:
LE PREGUNTÉ POR SU NOMBRE;
Y AMABLE, ME CONTESTÓ:
PARA, USTED, YO SOY JANETH;
Y EN LUEGUITO, ME SONRIÓ.
YO, SU NOMBRE REPETI,
CON MUCHA «ENJUNDIA» A PASIÓN:
¡AH! ¡JANETH!…, JANETH…, JANETH…
Y EN LUEGO, PUES, LE ESCRIBÍ
¡MIL VERSOS DEL CORAZÓN!