Dikt Flor de dalia
EN RANCHO EL «TECUAC» VIVÌA;
Y A COATLINCHAN, YO, BAJABA;
A VER A UNA LINDA CRÍA
CUAL CON SUS OJOS ME HABLABA.
ERA, ELLA, UNA FLOR TRIGUEÑA;
DE ESAS, QUE CALAN EL ALMA;
DE LAS QUE QUITAN LAS PENAS,
O DE CUAL TRABAN EL HABLA.
ADRIANA, CREO, SE LLAMABA;
MAS LE DECÌAN FLOR DE DALIA;
PORQUE SUS PÈTALOS ERAN
COMO LAS NIEVES DE ITALIA.
SU SONRISA ERA UN BOUQUET
DE FINOS VINOS «LOS REYES»;
Y, EN «PURIFICACIÒN» ERA,
TLACHICOTÒN DE MAGUEYES.
VEINTINUEVE DE SEPTIEMBRE,
_LA FIESTA DE SAN MIGUEL;
POR TRADICIÒN Y COSTUMBRE,
HAY PAN DE NATAS Y MIEL.
… «TAMBIÈN HAY DE CHICHARRONES,
DE LABRADOS Y CARTUCHOS;
PERO, BONETES – PICONES…
NI CREA QUE YA QUEDEN MUCHOS…
LLEVE CUAL GUSTE PATRON…
SEÑALÒ, EN DOBLE, LA NIÑA
¡MIRE! ÈSTOS SON DE OTRA HARINA,
MAS SIRVEN «TODA OCACIÒN».
DEME, ENTONCES, DOS PORCIONES,
_ DIJE, MIRÀNDOLE ARRIBA_:
DE ESOS «BONETES – PICONES»
QUE «PASAS» TIENEN ENCIMA.
POETA NETZAHUALCOYOTL,
ME VOY A TIERRAS HUICHOLAS;
DONDE, A TU FLOR, PLANTARÈ,
CON EL VAIVEN DE LAS OLAS.
ADIÒS CAMINO AL «TECUAC»
TEXCOCO Y ALREDEDORES;
YA ESTOY PASANDO ZUMPANGO
ENTRE NUBES DE ARREBOLES.
SI DIGO: ADRIANA ES ALTEÑA;
USTEDES, NO LO CREERÀN;
PORQUE LAS FLORES DE DALIA,
SÒLO EN COATLINCHAN SE DAN;
PERO SI DIGO: ES MI ORQUÌDEA…
ENTONCES, SÌ ES DE SAN JUAN