Dikt El encanto del libro

Desperté de mis sueños al dolor de la vida,
y hallé de mi pasado todo el derrumbamiento,
y vi mis viejos libros como el arma el suicida
a quien no quiso detener en su intento.

Parte de mi existencia a la suya va unida.
Los miro con amor y con remordimiento;
cambié mi vida propia por la suya fingida
para vivir los siglos con sólo el pensamiento.

Encarné la leyenda. Como en el áureo cuento
al regresar de paso por la senda florida
el ave de la gloria me detuvo un momento…

Y como el santo asceta al volver al convento,
hallé muertos los míos y la celda caída,
porque la voz del ave era un encantamiento.

(1 votos, promedio: 5,00 de 5)

Poesia similar:

Encanto Si yo pudiera encantarte de alguna forma Y lograr con la fuerza de ese encanto Enamorarte hasta el punto más […]...

Efímero encanto Tan tibias son esas caricias tenues, De las manos de la brisa matinal, Y pienso que tal vez de mí […]...

Tierra de encanto sublime Tierra de encanto sublime Mi Patria adorada que me vio nacer, Orgulloso de ser mexicano Mi canto te voy a […]...

Iii (libro de mario) Nada te llevaste Nos dejaste todo Te quedaste todo Están aquellos que inauguran con su huella otros caminos Sé de […]...

Bus stop En la línea de mi vida concursando hallé A caracterizada campesina (y me hallé redimiendo atractivísimas Alternadoras en infectas tabernas) […]...

Un libro de amor Vivo en un libro de inmensas pasiones Uno es el amor y dos los corazones Este libro una historia llamada […]...

Mi libro Lo escribo con el calendario de los árboles y con los pasos de salvajes inocencias y con un canto primigenio […]...

Ofrendando el libro A Eros Porque haces tu can de la leona más fuerte de la Vida, y la aprisiona la cadena de […]...

Xviii (libro de mario) Siempre un aire tibio en el pelo Y una frente limpia de iras Café y tabaco antes de misa Y […]...

Xvi (libro de mario) Tenías una hermana cuatro años mayor Y debajo de su ropa iba haciéndose evidente La sorpresa delicada de la vida […]...

Regreso al bar En memoria de Rolando Cárdenas Regresar al bar como a un vientre, y a la primera tibieza que nos recibió […]...

Vii (libro de mario) Teníamos un libro de puertas inconformes Un árbol que dejaba nidos de oro en el techo Y cangrejos que robaban […]...

Con un libro en las manos Germina una palabra sobre el papel de arroz. Como el dibujo a lápiz de un arbusto En un patio de […]...

Ix (libro de mario) Bien pudiste ser un traje azul profundo Una casa inmensa y clara colmada de sol y aromas Un resplandor de […]...

Del libro «reflejo del caos» de natacha santiago A grandes rasgos la desesperación carece de importancia. Es un incordio de estrellas que de nuevo va a formar un […]...

Xii (libro de mario) Todas las horas se agolpan en la sal de este dolor Todas predican la espuma de esta rabia sublevada ¿y […]...

Libro blanco Hace un siglo que espero Ne puedo decir más… Es el ùltimo grito A la vuelta del camino: Hace un […]...

Del libro material de derribo LA PÒIESIS DE HÖLDERLIN Y LOS BOLEROS DE MACHIN. «Pasearé por el orden De verdes cipreses inmóviles Sobre la mar […]...

Ulises Íntimo amigo del ensueño, Ulises volvía a su destino de neblina, un como regresar de otros países a su país. […]...

Libro vi Eterno como un perfil negro con rayas blancas El cura de la valija negra camina por la pared del Salón […]...

Un libro Apenas una cosa entre las cosas Pero también un arma. Fue forjada En Inglaterra, en 1604, Y la cargaron con […]...

Xiv (libro de mario) Contabas huevos a la luz de una vela La granja iba bien Mamá empeoraba Una vecina amplia como su bondad […]...

El libro de josÉ Soy el prestidigitador El hombre que traduce la voz de los espejos. El sol, la luna y las estrellas, Tal […]...

Marina del libro Inquiero los porqués, los hasta cuándo los cómo y dónde y esa pregunta muda que me ahoga y vive en […]...

Libro de horas 3 A. M. -Madre, ¿de qué son las olas? -Son de jade movedizo… -¿Y los horizontes, madre? -¿Los horizontes?… ¡de […]...

Hojeando un libro De láminas un libro yo hojeaba, Y en un extremo de la sala, Lola, Junto a su madre – que […]...

I (libro de mario) De nadie son estas erradas luces Este chocar de copas Estas cuidadas muecas de vecino bueno Uno se despide de […]...

Ii (libro de mario) La muerte era una angustia lejana Era un trámite extraño Era ciertos rostros aturdidos y sus ojos También solía ser […]...

Xx (libro de mario) Ya están listos la ropa y los zapatos Y temprano habrá café y pan con mantequilla Mañana es fiesta de […]...

Xix (libro de mario) Ella alarga una mano triste y palpitante Como si el peso de un corazón sostuviera en su cuenco Coge una […]...

Xv (libro de mario) Salieron como hormigas de todos los rincones Minúsculas tías barrigonas Endebles monjas de nariz informe envueltas en pulquérrimos gabanes Falsas […]...

V (libro de mario) Mi mano apretaba la de Ana con un sudor viscoso y frío Justo a medio noticiario Mario dio la espalda […]...

Iv (libro de mario) Mario amaba el cine Poco menos que a Elena Quien amaba a Mario mucho más que a la voz de […]...

Xi (libro de mario) Una tras otra caían las tardes Revolcadas por pies diminutos En aquel barrio lejano como un dios Profundo como la […]...

X (libro de mario) No más tabaco Sentenció el hombre de blanco aquella tarde Y el paciente se puso la camisa Elena recogió los […]...

De un libro olvidado Me gusta en las tardes frías De invierno, como éstas, Beber coñac tras los cristales, Encender un cigarrillo, ir mezclando […]...

Vi (libro de mario) Otro sería el tiempo necesario para decir este dolor Otro que explicara tus botellas por un caño Tus jaquecas Tus […]...

Viii (libro de mario) Ángel de las cosas tristes Busca en los cajones de los años idos La pelota sucia de sus primeras glorias […]...

No encuentro el libro de cocina No encuentro el libro de cocina Ni las servilletas de fresas rojas Y muñecos de tiovivo. He buscado en el […]...

Al maestro azorín por su libro castilla La venta de Cidones está en la carretera que va de Soria a Burgos. Leonarda, la ventera, que llaman la […]...