Poesía española

Poemas en español


Dikt Teotihuacan

I
Padres toltecas
Poseedores y adoradores de dioses,
Santuario de reverencias
De vida y de muerte.
Pirámide de la Luna
Meztli Itzácual,
Pirámide del Sol
Tonatiuh Itzácual
De piedra volcánica y basalto
Tepétatl – tezontli
Sobre el camino de los muertos
Micaothtli
En el punto boreal
De meridianos y paralelos
Entre cactus y magueyes sobre la colina.
II
Con la imagen de cal y arena fina
La tierra se levanta sobre la llanura
Micoatl,
Teocallis toltecas
De barro y piedras talladas
Y láminas de oro,
Sepulcros y altares de grandes reyes.
Templos consagrados a divinidades antiguas
Y a observatorios donde el astrólogo
Tonalpouhqui
Dirige la mirada toda su vida.

III
En las horas misteriosas de fenómenos celestes
Los sacerdotes y adivinos se dedican al culto
Y a sus actos rituales
Con augurios en el tonalpohualli
Presintiendo confabulaciones,
la llegada de los invasores
Y de sátrapas sobre el horizonte
Donde corrió abundante la sangre
Tras el talud desde la mira del último montículo,
Tlatel,
El más alto del teocalli del Sol.

IV
También hubo monarcas despóticos
De impenetrable orgullo
Sobre las masas despreciadas
Haciendo del Valle prehispánico
Un lugar de dolor y desolación.

V
En el vuelo de los tiempos
Donde están escritos los códices náhuatl
y los huehuetlahtolli
Como un testimonio de la palabra antigua,
Donde hablaron los sabios tlamatini
Y los poetas,
Hay dos teotihuacanes sobre los basamentos,
Allí bebieron la luz de su alma los aztecas
La luz de Tenochtitlán sobre la aurora
Que vuelve a nuestras vidas
Tallada en piedras de oro.

VI
Las creaciones de Quetzalcóatl,
El origen de los dioses
La tlacáyotl
«las cosas humanas»,
Tlalticpacáyotl
«las cosas naturales»
Como el tzoniztac,
Extraño animal de cabeza blanca
Destrozador de aves del Tuztlan.

VII
Piedras minerales
Donde aparece la serpiente de obsidiana,
Pájaros con plumas de colibrí,
Plantas como el coznocnepalli
Que el poeta rey Netzahualcóyotl
Hizo cantar
Con frutos de tunas amarillas
En su interior.

VIII
Naciones que poblaron las tierras del Anáhuac
Fundadas por Tenoch
Tuna de piedra
Y el humo de los tiempos
Con Cuauhtémoc torturado
Águila que desciende
Flechada por la historia
Entre el fuego y el agua que hierve
Hasta nuestros días
Como un poema que no ha terminado de escribirse
Sobre la sangre de nuestros ancestros.



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Dikt Teotihuacan - Francisco Azuela