Dikt Retorno de un rival
Blondas palmeras entumecidas
Coquetamente al sol,
Son tu compañía
En medio de escorpiones,
Al paso cadente de salvaje potranca.
Comparsa de escuálidos camellos
Y enjambre de abejas
Tejiendo alfombras en el cielo
Consternan el ambiente.
¡Y la tarde cayendo!
Escucho el galope veloz,
Y en la anchurosa playa de arena
Abre camino su mulata silueta.
Aparece en sus contornos
Seguida de un primogénito,
Y te roba un suspiro de nostalgia.
Viertes unas lágrimas
Fértiles a la aridez,
Y nace una muralla de cristal
Que supera lo posible.
¡Cuán cerca y tan lejana!
Y la noche cayendo.
Se rompe el silencio,
Con él la ilusión.
Reaparece la sombra
Del corcel azabache
Trayendo en sus ojos
Antorchas encendidas
Para cerrar el fuego interrumpido.
Llegó la noche
Y negra se tornó.
Desploma la barrera.
¡Es tarde!
¡Nada puedes hacer!
¡Lo escrito no se puede borrar!