Poesía española

Poemas en español


Nocturno

Padre nuestro, que estás en los cielos, ¿por qué te has olvidado de mí? Te acordaste del fruto en febrero, […]

Hallazgos

Me encontré este niño cuando al campo iba: dormido lo he hallado en las espigas… O tal vez ha sido […]

La manca

Que mi dedito lo cogió una almeja, y que la almeja se cayó en la arena, y que la arena […]

El ruego

Señor, tú sabes cómo, con encendido brío, por los seres extraños mi palabra te invoca. Vengo a pedirte por uno […]

El vaso

Yo sueño con un vaso de humilde y simple arcilla, que guarde tus cenizas cerca de mis miradas; y la […]

El amor que calla

Si yo te odiara, mi odio te daría en las palabras, rotundo y seguro; ¡pero te amo y mi amor […]

Piececitos

Piececitos de niño, azulosos de frío, ¡cómo os ven y no os cubren, Dios mío! ¡Piececitos heridos por los guijarros […]

Los sonetos de la muerte

I Del nicho helado en que los hombres te pusieron, te bajaré a la tierra humilde y soleada. Que he […]

Pan

A Teresa y Enrique Díez-Canedo Dejaron un pan en la mesa, mitad quemado, mitad blanco, pellizcado encima y abierto en […]

Dulzura

Madrecita mía, madrecita tierna, déjame decirte dulzuras extremas. Es tuyo mi cuerpo que juntaste en ramo; deja revolverlo sobre tu […]

Yo canto lo que tú amabas

Yo canto lo que tú amabas, vida mía, por si te acercas y escuchas, vida mía, por si te acuerdas […]

Poema del hijo

A Alfonsina Storni I ¡Un hijo, un hijo, un hijo! Yo quise un hijo tuyo y mío, allá en los […]

Dios lo quiere

I La tierra se hace madrastra si tu alma vende a mi alma. Llevan un escalofrío de tribulación las aguas. […]

Ronda de segadores

A Marcos F. Ayerza Columpiamos el santo perfil del pan, voleando la espiga de Canaán. Los brazos segadores se vienen […]

A qué

¿A qué? ¿A qué? La casa y la huerta, nueva mañana, a qué el mar aunque me embriague, aunque él […]

Yo no tengo soledad

¡Yo no tengo soledad! Es la noche desamparo de las sierras hasta el mar. Pero yo, la que te mece, […]

La cajita de olinalá

A Emma y Daniel Cossio I Cajita mía de Olinalá palo-rosa jacaranda. Cuando la abro de golpe da su olor […]

Despedida (2)

Ya me voy porque me llama un silbo que es de mi Dueño, llama con una inefable punzada de rayo […]

In memoriam

Amado Nervo, suave perfil, labio sonriente; Amado Nervo, estrofa y corazón en paz: mientras te escribo, tienes losa sobre la […]

Ángel guardián

Es verdad, no es un cuento; hay un Ángel Guardián que te toma y te lleva como el viento y […]