La tierra y la mujer
A Amira de la Rosa Mientras tiene luz el mundo y despierto está mi niño, por encima de su cara […]
A Amira de la Rosa Mientras tiene luz el mundo y despierto está mi niño, por encima de su cara […]
A doña Graciela de Menéndez. Nacieron esta noche por las quebradas liebre rojiza, vizcacha parda. Manar se oyen dos leches […]
Soy cual el surtidor abandonado que muerto sigue oyendo su rumor. En sus labios de piedra ha quedado tal como […]
¿Cómo quedan, Señor, durmiendo los suicidas? ¿Un cuajo entre la boca, las dos sienes vaciadas, las lunas de los ojos […]
Si te ves herido no temas llamarme. No, llámame desde donde te halles, aunque sea el lecho de la vergüenza. […]
Azul loco y verde loco del lino en rama y en flor. Mareando de oleadas baila el lindo azuleador. Cuando […]
Día, día del encontrarnos, tiempo llamado Epifanía. sin frenesí sobre los pulsos que eran tumulto y agonía, tan tranquilo como […]
Yo tengo una palabra en la garganta y no la suelto, y no me libro de ella aunque me empuje […]
A Arturo Torres Rioseco I ¡Cristo, el de las carnes en gajos abiertas; Cristo, el de las venas vaciadas en […]
Tres árboles caídos quedaron a la orilla del sendero. El leñador los olvidó, y conversan, apretados de amor, como tres […]
Yo la encontré por mi destino, de pie a mitad de la pradera, gobernadora del que pase, del que le […]
Doña Primavera viste que es primor, viste en limonero y en naranjo en flor. Lleva por sandalias unas anchas hojas, […]
¡Ah! Nunca más conocerá tu boca la vergüenza del beso que chorreaba concupiscencia, como espesa lava! Vuelven a ser dos […]
¡Ay! ¡Juguemos, hijo mío, a la reina con el rey! Este verde campo es tuyo. ¿De quién más podría ser? […]
El nombre mío que he perdido, ¿dónde vive, dónde prospera? Nombre de infancia, gota de leche, rama de mirto tan […]
Al llegar la medianoche y al romper en llanto el Niño, las cien bestias despertaron y el establo se hizo […]
Yo me olvidé que se hizo ceniza tu pie ligero, y, como en los buenos tiempos, salí a encontrarte al […]
I. Amarás la belleza, que es la sombra de Dios sobre el Universo. II. No hay arte ateo. Aunque no […]
Donde fue Tihuantisuyo, nacían los indios. Llegábamos a la puna con danzas, con himnos. Silbaban quenas, ardían dos mil fuegos […]
A la azul llama del pino que acompaña mi destierro, busco esta noche tu rostro, palpo mi alma y no […]