Dikt Guardo en casa con llave
Guardo en casa con llave a las dos serpientes
dinásticas en
trinche aparte: Prorsa (así le puso Stendhal)
es más larga y sigilosa, más
ondulante Versa; las dos
vuelan como cisnes cuando les pido
que hagan su ballet en el aire por la noche; de
día más bien duermen dobladas
en siete, casi siempre en siete, en
su morada de vidrio; sueñan que son
las diosas Nekhbet y Bouto que ya bailaron antes como ellas
en El Libro de los Muertos.
Las uso para escribir el Mundo, por eso
les doy leche y uvas, las dejo jugar
libres entre mis papeles; me gusta que hablen solas
como yo, que piensen
su pensamiento de muchachas desde un fulgor
inmemorial sin miedo a
morir: eso me gusta.
Además cómo ríen de cada línea loca
que se me ocurre, Versa
es la que más confía en lo que hago, y hasta
acaricia mi oreja, Prorsa la exacta
me exige menos lujo. – Así no,
me dice: sin
euforia.
A veces les abro la otra puerta de mi cráneo y ésa sí
es alegría: bailan
hasta enloquecer, vuelan
por mi imaginación como si entraran a
otra galaxia y
no dejan dormir a nadie en ese espejo. La quebrazón
empieza con los gallos.