Dikt Alma
Cuando el barco se aleja uno queda solo. Y es allí donde el cuerpo desaparece. Solo ese recuerdo se transforma en tiempo. Un eterno sueño se apodera de todo para volverse insomnio.
Allí cerca de la memoria descansa la extraña sensación de lo arcaico.
Esta dicotomía de tiempo hace que dure la herida. Allí lejos, cuando el dolor se apague, se encenderá una luz en el precipicio de lo perdido; y como errantes fantasmas los barcos volverán a encallar sobre la costa del olvido. No tiene sentido darle importancia al deja vu, si cada noche permanezco despierto. Estar así me hace dudar del día.
Sobre la tierra mojada las huellas se marcan casi de casualidad. Este olor me lleva lejos a encontrarme con mi rayuela de tiza. Volver a tirar anclas para detener el agua es el sinceramiento de que nada puede ya frenar la huida. Si estas ausencias hablan de estar alerta como un vigía, también dicen en vano que el arco iris es infinito y por lo tanto el final esta donde decida terminar la espera. Mis pies abandonan la tierra cansados de llevar este cuerpo. Si en verdad el mar traerá mas espuma no lo se. Solo cuenta que el estar dormido me hace olvidar despertar gritando adioses