Dikt Eran dos almas
Para mis adorados hijos:
Gabriel, que está junto a su Padre,
María del Carmen, Luis e Hilda Marina,
Que son mi fortaleza.
Venía de cortar espejos
Con el diamante de los sueños.
Era el comienzo de una vida
Que aún no había imaginado.
Entraba a ese mundo expectante
Que solamente da el destino;
Dejando atrás la juventud
Que quedara prendida a los cerros
Para impregnarla de perfume
Y traer el sabor de la miel.
Era libre como los pájaros
Que no conocen las prisiones.
Transparente cual suave brisa
Que besa el rostro del amor.
Inquieta como el colibrí
En el movimiento perenne
Que lo detiene en el espacio,
Sorbiendo la miel de las flores.
Fresca y olorosa como el pino
Que aún se yergue en la montaña.
¡Pero eran dos! Eran dos almas
Sorprendidas por su identidad,
Expectantes ante la emoción
De un fugaz primer encuentro,
Repetido constantemente
En un lapso increíble y corto.
Sucedió lo predestinado,
Se fundieron dos corazones;
Realidad parecida a un sueño
Donde el amor prendió sus velas.
Era el principio de otra vida
Signada por la realidad.
Flujo y reflujo de pasiones.
Alegrías y sinsabores,
Satisfacciones y amarguras,
Esperanzas, desilusiones,
Caer, volver a levantarse.
Volar y detenerse a tiempo.
Ver atrás, aún sin querer,
Con estoicismo ante el dolor.
Hoy los sueños son prisioneros
De espejos rotos por la maldad.
Imágenes que se han incrustado
En aristas que van sangrando
Hasta cortar la inmensidad.
Alas rotas que no se elevan,
Apenas se prenden en los riscos
Donde los polluelos esperan
El regreso de aquel que marchó
Para integrarse a las estrellas.
¡Eran dos almas! Dos amores
fundidos. Un solo corazón.
Uno ha quedado solitario,
Se ha estacionado en el desvelo.
Cruzó sus alas sobre el pecho.
Detuvo el vuelo sideral.
No pudo seguir a su amado.
Se estacionó en los altos riscos
Cerca de aquéllos que tanto ama
Para esperar el amanecer.
¡Dos almas! ¡Sólo un corazón!