Dikt Puerta del paraíso
A Jean-Pierre Barricelli
El patio de ladrillo
Y tierra apisonada,
Tenía un gran portón
Que hacía el Poniente daba.
Entrar en ese patio5
Por el portón, causaba
Una felicidad
Nunca recuperada.
El loro allí era el centro
De una alegría mágica:
¡frescura de los pámpanos,
Racimos de uvas blancas!
Aquel era el Vergel
Secreto entre las tapias.
Pasión tenía el pájaro
Por su amo y por la parra.
El amo le traía
Con mimos la pitanza.
Su nombre era Don Pedro,
Señor de buena fama,
Honrado y HumorIsta
Y de mujer muy flaca.
Nunca hubo en todo el pueblo
Nariz tan colorada
Ni boca tan sonriente
Como las de su cara.
Don Pedro era festivo.
El loro lo miraba
Con sus redondos ojos
Tendiéndole la pata.
Mas se murió Don Pedro
De viejo, y en su cama.
Y se murió su enteca
Mujer, como uva pasa.
Vinieron gentes feas.
La casa, rematada,
Con el aro de fierro
Colgado de la parra
Y el loro en él posado,
Pasó a manos extrañas.
El loro, viendo aquello
No quiso saber nada
Y se murió de viejo
O se murió de rabia.
Sin loro y sin Don Pedro
Triste quedó la parra.
Secose al poco tiempo
De vieja o de nostalgia.
Tapiaron el portón
Del patio de la casa:
¡Puerta del Paraíso,
Quedaste condenada!