Dikt El malecón
Claro que desde aquí
todo se ve más claro. Y
el panorama es amplio como mujer abierta.
Donde apuntan, los ojos un desierto de espuma, y
un malecón golpeado por temblores antiguos.
Ningún otro rastro sino el tuyo,
ninguna canción fuera del viento,
luego
estamos en paz.
El mar comienza verde
pero termina rojo.
Esto suele ocurrir siempre a esta hora
en este mes de julio en Miraflores,
este es el mar donde arrojo tu nombre
con un terrón de azúcar al café,
una sola palabra contra tanta marea,
contra todo naufragio
sólo eso.
A mi espalda
el mar desata un ruido de cuchillos.
Pequeños dedos de agua
se arrastran fatigosos hasta alcanzar la orilla,
una que otra pareja,
huellas de perro y botellas vacías de cerveza.
Esto es el mar a esta hora
en este mes de julio en Miraflores,
donde todo es más claro
el mar termina rojo y
una sola gaviota defiende al horizonte,
luego
estamos en paz.