Dikt Poliandria

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2. Esos pequeños seres En un país que amaba ya estará anocheciendo. Coronados por sus mustias guirnaldas, esos pequeños seres creados cuando la oscuridad […]...
3. Sala vacía Los muebles de caoba perpetúan entre la indecisión del brocado su tertulia de siempre. Los daguerrotipos mienten su falsa cercanía […]...
4. Billete Los meses retroceden al encuentro de tu nacimiento. Quieren tocar la llaga de ese pasado que insiste cual la pátina […]...
5. Quise Quise, escribir un poema dedicado a la humanidad. Primero pregunté al azar, por donde podía empezar. Dedícaselo a tu madre. […]...
6. El hombre de la máscara de hierro Te vuela el alma o esa cosa que decimos: el alma. Y tienes alas y aprendiste a volar. Centellas de […]...
7. Intento de collage Primero decidí no hacerlo, Pero después me sentí capaz Dentro de un estupendo Collage de ideas Y ahora que emprendo, […]...
8. Combate Las palabras no sirven Si no te traen enseguida. Las palabras son vanas Si no restituyen Tu calor y tu […]...
9. Raritan blues Para Margarita Sánchez Aquí no hay bulla ni miseria, sólo un bosque de árboles mojados y cientos de ardillas correteando […]...
10. En medio del camino I Ahora Comienzas a vivir de otra manera. Días que terminaron para siempre, Caminos que se pierden en la noche… […]...
11. Pu-no de hierro Pu-no de Hierro, moldeado en barrotes de angostas distancia, que privan a mi cuerpo liberar sus ancias. Ancias simplemente sencillas […]...
12. La niña descolorida Pálida está de amores mi dulce niña. ¡Nunca vuelven las rosas a sus mejillas! Nunca de amapolas o adelfas ceñida […]...
13. Piedras Me ha caído un pozo encima me apedrean los hijos de mis padres, los hijos de otros padre, mi mujer, […]...
14. Corte de luz Toda la noche la casa ha estado vacía. Viajaba en esa oscuridad: Babilonia, Atenas, el Cuzco -ciudades que invitan a […]...
15. Yo no vendo mis ojos negros Yo no vendo Mis ojos negros Ni me quieren ellos Traicionar, Ellos, Sólo quieren Mostrar la verdad. Los que se […]...
16. Demasiado tarde «No te guardo rencor Sería demasiado» Juan Antonio Massone Ella llegó junto a un cuaderno Rojo y desecho por los […]...
17. Ella llegó «No te guardo rencor Sería demasiado» Juan Antonio Massone Ella llegó junto a un cuaderno Rojo y desecho por años […]...
18. Un poema como una bala Un poema como una bala no tiene nunca su eficacia aunque logre imitar su silbido Un poema como la lluvia […]...
19. El ahogado Un gancho de hierro y se jala, su expansión lo desmiente al subir el agua que lo chorrea lo mueve […]...
20. Mañana lenta Mañana lenta, cielo azul, campo verde, tierra vinariega. Y tú, mañana, que me llevas. Carreta demasiado lenta, carreta demasiado llena […]...
21. Cómo decirte que te amo Cómo poder decirte, Que te amo tanto, Cómo poder gritarte, Lo que te adoro. Cómo calmar el llanto, Que por […]...
22. Como un ardiente niÑo (xiii) PORTARRETRATOS Estaban todos Vestidos de inútiles abuelos Sonrientes muchachas comprendidas Entre primeras comuniones y días de excursiones al monte. Agolpados […]...
23. Veleta Viento del Sur, Moreno, ardiente, Llegas sobre mi carne, Tiayéndome semilla De brillantes Miradas, empapado De azahares. Pones roja la […]...
24. Dormir acompañado El silencio es el arte de la quietud extrema, el voto de autosuficiencia que procura el vigilante de una noche […]...
25. Preludio Después, después el viento entre dos cimas, y el hermano alacrán que se encabrita, y las mareas rojas sobre el […]...
26. Quiero mirarte Quiero mirarte, dejar encendida la luz. Quiero no estar seguro de mis cegueras, encender las esquinas de esta cama constante. […]...
27. Segunda desfloraciÓn Apareciste. Fugaz, impredecible. El más urgente ahora. El subrepticio beso a la distancia, Más quemante mientras más lejos arde, Más […]...
28. De ahora en adelante Como después de un sueño, no acertaría a decir en qué instante sucedió. Llamaban. Algo, ya comenzado, no admitía espera. […]...
29. A cierta dama que, sin conocerme, me pidió versos Si acaso un trovador habéis soñado, Blando, sentimental y zalamero, La capa recogida en el acero Y a la cintura […]...
30. Orgullo Me río de tu mentira. Me río indiferencia. Me río de tu risa. Después de incendiarme Con los rayos de […]...
31. Las calaveras de posada Ríen a subterráneas carcajadas. Secas mandíbulas en los alvéolos de la noche; mi madre no les teme, les reza con […]...
32. El romance de la princesa muerta Los faroles de Palacio ya no quieren alumbrar y solo luce la luna como un cirio funeral. Solo la luna […]...
33. Ciertos lugares No te descubro nada si te digo Que hay sitios que conservas Debajo de la piel ciertos lugares Con esa […]...
34. Epigrama Después de impresionar a las muchachas con nuestro ingenio; después de quemar lirios, enterrar nubes e incendiar templos; después de […]...
35. CariÁtides Las cariátides andan sobre piedras Como cisnes que anhelan otros cisnes En los puertos surgidos de la luna. Las cariátides […]...
36. Trilce (i) Quién hace tanta bulla y ni deja testar las islas que van quedando. Un poco más de consideración en cuanto […]...
37. El corazón encendido En homenaje a Luis Rosales y a su Casa Encendida Vamos a hablar ¿Dime?, el corazón ¿Esta viviendo?¿ o no? […]...
38. Noche triste esta noche te pienso, esta noche te deseo Esta hirsuta noche te extraño A quien acudir a contar mis tristezas […]...
39. Poemas del tamaño de una naranja APUNTES Y te recuerdo, madre, como cuando la única luz era tu sombra. RECUERDO Ayer, es una casa que se […]...
40. Elegía de la patria De hierro, no de oro, fue la aurora. La forjaron un puerto y un desierto, unos cuantos señores y el […]...