Poesía española

Poemas en español


Dikt Pachamama viii

Esta noche escribo desde adentro,
Desde nuestro mundo, Pachamama,
Desde el espacio que conocemos,
Donde nos amamos en carne y suspiros.

Es un mundo material con forma real,
Pero todo es real, adentro y afuera,
Afuera y adentro es la misma lucha;
La lucha por la existencia y la vivencia.

Es por eso que a veces me aflijo
Como un niño sin recursos,
Como un inocente sin verdades de labios,
Y como un amante sin realidad que favorece.

Pachamama, mujer que me inspiras,
Y que te entregas a mí sólo porque me gustas,
Eres celestial en mis brazos y en mi sangre,
Eres grandiosa adentro y afuera.

Yo era un combatiente adentro,
Tu lo sabes, un guerrero materialista,
No he cambiado, Amor mío, no he cambiado,
Solamente que ahora he mirado por la ventana.

Desde que me conecté con el exterior
Creí que todo se había solucionado,
Que las batallas se habían terminado,
Y que ahora sólo bastaba esperar.

Pero mira que curioso, Pachamama,
A ti que te he amado fecundo,
Siempre es la misma pelea, lo quiera o no,
Siempre habrá que luchar con nobleza.

Ahora comprendo más tus palabras inquietas
Y tu ímpetu por sacar adelante tu mensaje,
Las horas eran pequeñas como segundos
Y yo, impaciente, sólo quería explorar tu cuerpo.

Es que no sabía amada mía, no sabía,
Ahora que sé, porque tu silencio de días
Devora cada minuto de espera mía,
A latigazos me lleva hasta tu cumbre.

Y ya sea, antes o ahora,
Adentro con sufrimientos carnales,
O afuera con dolores legendarios,
Siempre, siempre hay que combatir.

Humanidad por la que tanto he luchado,
El cielo no existe, no existe!!!
Jamás existió, todo fue ilusión,
Solo hay de verdadero, un campo de batallas.

Compañeros míos, torturados y quebrantados,
La lucha nunca fue en vano,
Porque las fuerzas del bien y del mal
Siempre se han enfrentado, allá y acá.

Compañeros míos, fusilados y asesinados,
Sois guerreros de siempre,
Ayer moríais por luchas carnales,
¿Dónde lucháis en estos días?

Pero la lucha siempre es la misma,
Pachamama vino a decírmelo,
Llegó vestida de mujer seductora como ella es,
Me amó, me habló y me enseñó el verbo de la luz.

Ya nos vamos yendo, Amor,
Ya nos vamos yendo calladitos,
Simples y modestos, como siempre,
No a llorar, sino que a luchar.

Ya nos vamos yendo, Pacha,
Siempre es igual, la misma cosa,
Allá afuera en el reino de la luz
O aquí adentro, en el espacio de átomos.

Siempre hay que construir algo,
Nada es gratuito, siempre hay que batallar,
Afortunadamente, Pacha, afortunadamente,
La vida es así, la muerte también.



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Dikt Pachamama viii - Luis Arias Manzo