Dikt Bella Época
Un día en medio del sendero
Alguien te preguntará por el advenedizo
Hombre que llevas y habrá un silencio.
Una demoledora paz cubrirá
En apretado instante la arboladura del verano. los pastos que cubrían
La cabaña donde el fuego se debatía en cubrir
Tanta soledad. el incienso nos proveería de la súplica
Y sólo habría una abertura para recordar al padre
Que dispuso en un páramo, la hora del te.
La renovada imagen de un Dios que se asegmenta y nutre,
Entre promontorios, la imagen misma, la falta de lumbre.
Cabría decir, son tiempos difíciles,
Pero en un poema algo hay de neutralidad;
De esas imágenes que la artista nos impone
En medio de un tiempo. el despertar, sus saudades
Como marineros que se aíslan, como cuerpos dispuestas
A la noche o al comienzo, en lo irreverente,
Como pudo ser la mano poderosa que se deposita
O la fatiga del viaje. La artista conoce de las sombras
Y solo nos enmudece ante la época, el rostro
Equidistante de los hombres. son tiempos difíciles.
Ellos tomaban vino de Rusia y yo me quedé
Pensando en el ocaso donde un cuerpo desaliñado
Me convoca. cae la tarde. al final
No estoy tan solo en la cabaña.
Vuelve la fe al centro de la mesa y es la hora precisa,
La supuesta hora. ellos beben en vasos de cartón sus glorias
Terrenales, sus dudas. podría admitir
Que marzo no fue el último reducto, ni la plegaria.
Por la filigrana que me conduce al sitio de reposo, admito
La bella época, es decir, el invierno.
No creo que se haya caído
Una rama del árbol milenario, por azar. un cuerpo pasa a ras
Del poema y enmudezco
Para no reconocer su breve estancia.
Cabría decir, son tiempos difíciles, pero no me atrevo
A confirmar lo imposible, a ir deletreando un nombre,
En el supuesto nombre. y cae la tarde
Con sus mejores luces desde la cabaña donde los cuerpos buscan
El estío, lo efímero del sitio. ellos referían épocas
Antiguas donde la lumbre
Era la mejor opción. bastaría escuchar en medio del sendero
Al hombre que llevas,
Y habrá un silencio enorme, una demoledora paz.