Dikt Vanos horrores de la guerra
Suena el tambor, horrores de la guerra.
Se enerva el hombre, el niño se emociona.
Sufre la madre, la mujer se aterra
Y el pueblo un himno, hipnotizado, entona.
Marcha en las filas, el soldado, al frente.
Delirios de grandeza y de victoria
Alejan su temor, nublan su mente…
Yermo está el campo, nadie lo cultiva.
Se nutre con el cuerpo del valiente
Que, en batalla, cayó con frente altiva
Por defender ideas de un demente
Y allá, en el pueblo, ahora sosegado,
Espera el niño al padre, ahora ausente.
En vano espera a quien ya está enterrado
Marco Quiñónez 2,010
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