Dikt Una vez más
Un beso, un abrazo, una mirada eternamente escondida tras las rejas del crepusculo insular.
Una molestía, una angustía, un camino duradero al que debo aprender a recorrer.
No puedo revelar más; la inocensia, la paciencia, la delicia, la justicia era algo fundamental,
La verdad no es solo del que la mira sino del que la sabe apreciar,
No es exitoso el somnoliente deseo de liberación sin el fervor amargo de la represión.
En principio, lo obvio no culmina sin la negación del atrazo de mirar,
Que dando y dando en las palmas de la flora, el esqueleto que no puedo lastimar,
No es sin un principio, ni un regalo de las cosas, más preciosas del abrazo instrumental.
Francamente en esos días, tan eternos, tan febriles, tan molestos que de la duda tan intensa tan profunda, es mejor dejarlos atraz,
Entre más cerca lo sublime, lo inconsciente de la gente que no puede respetar.
Los mas efemerales, más sucios inmorales, tardíos innegables del recuerdo liberal.
Mario Espinoza
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