Dikt AntologÍa pÓstuma
Hugo González ha muerto
Su alma quedó entre los rieles
Tendida para siempre
Su sangre mordió los durmientes
En esa tarde de aullidos
En esa tarde donde tus sueños
Se encaramaron
Al gran tren de la agonía
Ese que te miró a los ojos
Sin avisarte
Y luego se te entró por las carnes
Y por los huesos y las arterias
Y se colgó de tus recuerdos
Para llevarte lejos
Como único pasajero
De ese viaje sin regreso
De ese viaje sin abrazos
Sin maletas, sin pausas
A solas contigo mismo
Y con los hijos que no tuviste
Y que sin embargo te esperan
Tal vez en algún planeta
Que sólo tú conoces
Hugo González
Que a nadie le negaste el pan
El vino, la sonrisa
La gratitud de tus palabras
Tu abrazo fermentado
Y ahora nos dejas solos
Lamiendo nuestras heridas
Jugando con las migas
De tu último banquete
Qué haremos sin tu corazón
Qué haremos sin tus gorriones
Y tus abejas
Tú que empollaste la alegría
Para que otros la disfrutaran
Quién se robó tu alegría
Quién se robó tu alegría
Y la repartió por el mundo
No hay nada más que decir
Hugo González
Me despido de ti
Como te hubiese gustado
Con un gol de media cancha
Con un rebaño de niños
Con un racimo de besos
Porque no hay luto para aquellos
Que encienden los amaneceres
Para aquellos que se visten
Con la luz de las estrellas
Porque Hugo González
No irá al cielo
Para estar con Dios
Es Dios que vendrá
Donde Hugo González
Para dormir junto a él
Bajo la tierra