El autor Miguel Aníbal Perdomo

Quince minutos antes de que el gallo cantara, me reforcé las venas con 18 onzas de chocolate amargo, para cargar […]

En el múltiple barrio, Jehová nos convocaba hacia la calle Sexta, donde ya el grueso contrabajo llenaba de sentido la […]

En mi reino perdido, el azulejo dice su obstinación azul. Por milenios, por siglos, por versos decadentes, como en la […]

La empinada colina de los dátiles fija los 4 puntos que hay al anochecer. Acercarse hasta ella es como entrar […]

Paralelo a la rauda ventanilla, viene el río siguiéndonos hasta que el brusco tren sube muy entusiasta a los reinos […]

En la mañana número 2, el apogeo del círculo se llena de sentido, de memorias flotantes, en claves inconclusas y […]

A La hora indecisa, surge el vuelo rasante, y cruzan las paredes, que buscan destacarse contra la tierra ocre en […]

A tan solo dos metros de la puerta ojival, o en la pared tranquila, van surgiendo de pronto, con inocente […]

Bajando tres pulgadas hacia la mole intensa del viejo atardecer, el verano presenta sus frutos venerables. La tierna carne de […]

Recuerdo que estábamos en mayo, y afuera no chillaba la calandria ni el inocente ruiseñor cantaba. Sólo sé que era […]

La tarde se inclina hacia otra tarde por cada borde roto. Con excesiva inercia me lleva a un restaurante que […]

Yo soy el mismo que perdió su sombra por una simple porción de lentejas. Ahora me siento en los parques […]

El soldado camina a su destino por las estribaciones de la perdida iglesia en la calle Segunda. Su padre no […]