Dikt Medianoche
Es el secreto mediodía,
sólo vibrante oscuridad de entraña,
plenitud silenciosa de lo vivo.
Del alma, ruina y sombra,
vértigo de cenizas y vacío,
brota un esbelto fuego,
una delgada música,
una columna de silencio puro,
un asombrado río
que se levanta de su lecho
y fluye, entre los aires, hacia el cielo.
Canta, desde su sombra
-y más, desde su nada-el alma.
Desnudo de su nombre canta el ser,
en el hechizo de existir suspenso,
de su propio cantar enamorado.
Y no es la boca amarga,
ni el alma, ensimismada en su espejismo,
ni el corazón, oscura catarata,
lo que sostiene al canto
cantando en el silencio deslumbrado.
A sí mismo se encanta
y sobre sí descansa
y en sí mismo se vierte y se derrama
y sobre sí se eleva
hacia otro canto que no oímos,
música de la música,
silencio y plenitud,
roca y marea,
dormida intensidad
en donde sueñan formas y sonidos.
Es el secreto mediodía.
El alma canta, cara al cielo,
y sueña en otro canto,
sólo vibrante luz,
plenitud silenciosa de lo vivo.