Dikt Aporias
«Después que me hubiereis descubierto,
Imposible sería ya el perderme»
(Cartas de la locura: de Friedrich Nietzsche a George Brandes.)
Y ahora qué hacer con los llamados
Que las hadas pusieran sobre mis hombros
Como lápidas? Desnudo y sin mañana,
Mudo como la roca que ignora las súplicas
Y bendice el negro del abismo del buitre,
El tiempo como la roca, nos ignora también,
Aunque las diademas nos coronen de luces,
Pues somos la catástrofe antes de la catástrofe,
Qué hacer, qué hacer aquí, cómo hallarme
A mi mismo después de la batalla
Y de la sangre, en tanta oscura soledad
De camelia, en medio de tanta indiferencia
De mutilados miembros y sordera infinita,
Oh patria amada, tálamo, lecho de infinitas
Promesas que proveyó a mi lengua
De las mismas estrellas que hoy sangran
Sobre el tímpano de los que aun esperan?
Dónde estoy pues, donde han sepultado
A mi hermano, la juventud perdida,
Las medidas perdidas, mírame ahora, mírame,
Desorientado tras el huracán del extraviado origen,
Y los talentos como lápidas que gimen sobre
Mis hombros, los espectros que alumbran
El pasado perdido, el hoy perdido y el mañana
Fantasmal del invierno, aquí, aquí, donde
Se pudre el cadáver del fantasmal hermano
Y mi voz se apaga lentamente, cuando
El mañana habla por boca de los fantasmas
Y el invierno – tal vez-, venga para quedase
definitivamente.