Dikt Cuento moro
Hurí de cabellos de oro:
Dícenme que quieres tú
Que te cuente un cuento moro…-
Uno sé que es un tesoro,
Y me lo contó Benzú.
En África se lo oí,
De Abbás en el campamento:
Óyelo, preciada hurí;
Que es un peregrino cuento
El cuento que dice así:
Muy diestro en tañer la lira
Ser pudo el esclavo Hassán;
Pero no al poner la mira
En la princesa Zelmira,
Hija del viejo Sultán.
Del atrevido cantor
Ni aun sospechaba el amor
La altiva infanta moruna,
Como no sabe la luna
Que la adora el ruiseñor.
Ni el triste en su loco afán
Soñó nunca mejor suerte;
Pues, de revelarlo Hassán,
La hija del viejo Sultán
Pagárale con la muerte.
Y morir, para el cantor,
Era asesinar su amor…
¡era no ver a Zelmira
Con el éxtasis que mira
A la luna el ruiseñor!
Y así la miraba él,
Rebozado en su alquicel,
Cuando, las noches de luna,
Paseaba en su vergel
La altiva infanta moruna.
Pero al cabo sucedió
Lo que suceder debía
(estuviera escrito o no):
Zelmira se enamoró
Y se casó el mejor día.
Se casó con Aliatar,
Tan príncipe como ella,
Poderoso en tierra y mar…,
Y fue cosa singular
La boda de la doncella.
Sabedora allí Zelmira
Del ingenio del cantor,
Díjole: -«Tañe la lira,
Y canta el ardiente amor
Que el fiero Aliatar me inspira.»
Hassán maldijo su estrella;
Sintió mortal agonía
A la voz de la doncella;
Y, encarándose con ella,
Armado de una gumía,
-«¡Antes (dijo) que cantar
La ventura de Aliatar,
Cúmplase mi negra suerte!…»-
Y arrojó la lira al mar,
Y él mismo se dio la muerte.-
Tal fue el caso que Benzú
Me contó en Guad-el-Jelú,
Y que yo te cuento a ti,
Ya que quieres saber tú
Lo que pasa por allí.