Dikt Padre
Padre no sé que hace el tiempo con mi vida, pero creo que la última vez que estuvimos juntos fue cuando yo era tu madre. Por las mañanas volteo la cabeza en la habitación de al lado y me pongo triste por tu ausencia. Fumo un cigarro lentamente para ver si se me pasa. Y la perra desde el patio ladra porque ese es el modo que ha encontrado para prohibirme el dolor. Ciertamente los animales conocen este idioma. Por eso cuando me pasan estas cosas salgo al patio: allí chillo como un cordero cuando se lo sacrifica, allí me despojo.
Padre no sé que hace la distancia con mi vida, pero creo estar en el planeta de las hormigas que arrinconan sus hojas para que alguien sepa que han vivido. Las cosas en este país están igual que en el tuyo. Quizás peor porque aquí no están los de allá y mucho peor porque aquí está la que falta en su país. Aunque hablemos el mismo idioma y adoremos al mismo Dios, todos, los de allá o los de aquí somos diferentes: miramos al mundo desde otro lugar. Y yo no sé cómo mirar, ahora uso anteojos y las imágenes me aparecen dislocadas.
Padre no sé que hace este país conmigo o qué hago yo con él, pero desde que estoy aquí tengo una guerra en la sangre. A menudo cuando amo una parte de la sangre me ataca y la otra reposa gloriada en su cuna. Cuando camino una parte de la sangre me cambia el destino y la otra se esfuerza calladamente para devolverme la dirección. A menudo Padre, me pasan cosas como estas.