Dikt La poza bruja
La Poza Bruja queda cerca de Tenancingo, en un recodo del Río Quezalapa.
El que se ahoga en ella pierde toda dureza.
Los dientes del cadáver se unen en una sola masa pastosa
Y la nariz sin soportes parece como que se ha derretido.
Los dolientes que rescatan esos cuerpos – perdida la resistencia de los huesos por el fenómeno –
Los enrollan como un petate y en un petate nuevo los envuelven para enterrarlos.
Todo Antología poética de Roque Dalton 117
Ello prueba la especial actividad de la muerte.
Pues mientras uno permanece vivo puede nadar deliciosamente en la Poza Bruja
Sin más perturbaciones que ciertas arrugas en los dedos (especiales, eso sí, por aparecer,
Contrariamente a las que producen las demás aguas, atravesando horizontalmente las yemas).
Mi tío Andrés aseguraba que los peces de la Poza Bruja son ciegos
Y que mueren al ser arrastrados por la corriente fuera de la gran concavidad.
El último ahogado en ella se llamaba Zavaleta
Y su cuerpo fue enrollado al revés (quedando los pies en la última vuelta) con motivo de que,
Habiendo sido imposible cerrarle los ojos,
Se hacía muy desagradable para los espectadores aquella mirada plana.