Dikt Vértigo cantando

Es la mujer del hombre lo más bueno
Lope de Vega

Te quiero de golpe, amor,
somos el reflejo terrestre de alguna estrella.

Para ti la llama espiritual de mis besos
y el sol profundo del deseo,
déjame a mi la altura y el abismo del corazón,
déjame el rascacielos en la sangre.

Porque desde la firme rosa madre vengo cayendo,
como abeja en celo volaba vagabundo
hacia la soledad de un jardín más oscuro,
caí largo hasta que el vértigo me hizo mártir,
luego me perdió para siempre el infarto del amor.

Colaboración: Guido Ferrer

(1 votos, promedio: 5,00 de 5)

Poesia similar:

Vértigo (del 1 al 5) «…Del girasol no importa la figura, sino el amor inmenso que lo mueve…» Serafín Quiteño 1. Viene como la noche […]...

Cantando para nadie La cólera, el silencio, Su alta arboladura Te dieron este invierno. Más óyete en tu lengua: Acaso el castellano, No […]...

Vértigo (del 6 al 10) 6. Hay un largo camino que construir desde el tú hasta el nosotros. Un abismo poblado de pequeñas y grandes […]...

Día Para hacer un día tan lleno de raíces Bastó un árbol. Para empaparlo en miel dorada y embriagante Bastó una […]...

Si yo despierto llorando Si yo despierto llorando. Si yo despierto llorando No me preguntes mis penas, Déjame llorar profundo, Déjame vaciar mis venas. […]...

Déjame entrar Dejame entrar. A tu corazon por supuesto. Ahógame de tus fragancias De mujer. Báñame en agua Vendita para poder quemar […]...

Dejares Deja los HumorEs extraños del amor en paz porque con ellos yo me entiendo Deja la memoria de mis plazos […]...

Abuso del vértigo El coloso en fragmentos me desgarra. La tortura se mantiene en pie. René Char Cobijo tu cuerpo en mis manos, […]...

La otra cara del vÉrtigo Me contemplo reflejado en el cielo, Antes de perderme entre los tallos sedientos y frágiles, Antes de hacerme diminuto Para […]...

Pronunciarte Déjame que con mi última ternura alfombre tus pasos que se van. Vladimir Mayakovski Déjame contarte, querida niña, que no […]...

Vértigo Al caer de la luz, mínima y quieta, Repaso mi dolor. Y alzo mi vida Lo mismo que una página […]...

Olor «…Los Alejandros con olor a mar». Roque Dalton Vengo con olores extraños en el cuerpo, con olor al canto de […]...

Precio de una rosa En todos sus rosales la madre primavera jamás a rosa alguna miró con más terneza. En mil graciosos rizos ¡cuán […]...

La luna y la rosa En el silencio estrellado la Luna daba a la rosa y el aroma de la noche le henchía – sedienta […]...

Dos hijos Déjame que te cuente las palabras. Somos los hijos de los rojos versos Que vuelan cuando está la noche encima. […]...

Déjame Déjame entregarte los libros Con los que me cubro En las noches de insomnio, Quiero darte en los crepúsculos de […]...

Tus manos Déjame tomar tus manos Déjame buscarme entre las líneas de tus manos Déjame mostrarte las mías y buscar las coincidencias […]...

Dejame ser Conquistarte se me ha vuelto un dilema De color negro me estas pintando este problema Que ya no se ni […]...

Por caminos voy y por caminos vengo por caminos voy a buscarte por caminos vengo sin encontrarte, en una mañana de noviembre paseaba por tu morada pero […]...

Amor, hoy como astuto Amor, hoy como astuto me aconsejas que a pesar de tus celos y favores, cogiendo de tus gustos verdes flores, […]...

Oración a la virgen de las angustias Madre, que portas al Hijo, ¡Madre! Nos descubrimos ante Vos, reina de la Vida. Todo el pueblo de Granada está […]...

Vengo del viento Vengo del viento azul Donde el jacinto Sorprende en su temblor al lirio de agua. Vengo en el viento Y […]...

Abeja blanca zumbas ebria… (poema viii) Abeja blanca zumbas ebria de miel en mi alma y te tuerces en lentas espirales de humo. Soy el desesperado, […]...

El drama del olvido Él – La historia de nuestro amor, que aún sahúma tu memoria, fue breve como la historia de la abeja […]...

Estoy de pie Estoy de pie, en la calle donde desembocan los destierros, esa tierra sin amo y sin esclavos. Vengo de algún […]...

Nocturno rosa Yo también hablo de la rosa. Pero mi rosa no es la rosa fría Ni la de piel de niño, […]...

Poema del retorno He vuelto. Estoy aquí. Respiro por la herida de esta noche, Por los huecos ladridos de mil perros, por la […]...

Mi lienzo Déjame que te acaricie Y te cuente lo que siento, Con la punta del pincel Que es la extensión de […]...

Maximino Estáis ahí: Tú, Maximino, tocas el laúd, Tu vieja madre, ex-artista Canta con voz cascada -estrangulada e íntima-. La Traga […]...

La fuente de ojozarco Sonora, limpia, transparente, ondosa, naces de antiguo bosque, ¡oh sacra fuente! En tus orillas canta dulcemente el ave enamorada y […]...

Cuando llegue la noche Cuando venga la noche quiero habértelo dicho; quiero haberlo gritado a través de la tierra. Hay cosas que no pueden […]...

El grito salvador de mi madre Una noche de farra me perdí sin sentido; Me tendí en el camastro como al fin de un tropel Y […]...

Amiga desconocida Dejame escribir sobre ti Dejame entrar en tu silencio Dejame cuidar tus sueños Dejame secar tus lagrimas Que resbalan por […]...

Dejame amar Mi derecho a amar ¿A caso me lo puedes quitar? Todo ser humano ama Todo aquel con un corazón. Amar […]...

A la virgen maría Como hoy estaba abandonado de todos, como la vida (ese amarillo pus que fluye del hastío, de la ilusión que […]...

Dejame ser asÍ Amigo, mi amigo: Dejame seguir siendo este silencio Que se viste de risa en las mañanas, Cuando el sol, como […]...

La rosa es una rosa es una rosa La rosa es una rosa es una rosa. Tu boca es una rosa es una boca. La rosa, roja y […]...

Vi (con boca de mar) Subí por la tela de lo alto Cuando la arena palpa el cielo con reflejo Del pájaro que canta Ofrenda […]...

De tan lejos Desde que pisé esta tierra No haces más que preguntarme De dónde vengo. Qué importa tanto eso? Soy de un […]...

La rosa de hiroshima Piensen en la criaturas Mudas telepáticas piensen en las niñas Ciegas inexactas Piensen en las mujeres Rotas alteradas Piensen en […]...