Dikt En el lugar de los ancestros
El sol se esconde a menudo tras las nubes que cubren el lago
y los pinos se atragantan de pájaros e insectos.
Matti nos invade insistentemente el espacio con el ruido
de su tractor.
Estamos en medio del bosque, a la hora del almuerzo,
una motacilla persiste en emitir el mismo trino,
remonta su vuelo y se agazapa en la alta rama de un abedul,
prepararemos el sauna esta tarde como si fuera un rito,
no se para que lo digo si en la verdad es un rito memorial.
Riitta habla con Rebecca con la sonoridad de sus ancestros:
la madre lee y la hija finge hacer comida en la arena.
Estamos a comienzos de junio del 93
metidos en medio de la espesa foresta que abraza al Näsijärvi,
¿Qué pasará en el resto del mundo?
allá lejos, en la frondosa foresta de los rascacielos.
Casi me olvido también, que en estos días
hay otros que padecen horrorizados la guerra.
El viento del polo me comienza a congelar la espalda,
levanto mi cara para apuntar al cielo,
quiero perpetuar la memoria, las formas imprevistas de los
árboles, la anarquía de sus ramas
y compararlas con las que vi en otras ocasiones.
Sergio Albornoz, me llamará de Rusia, cualquiera de estos días,
para invitarme de nuevo, al Moscú de los mercaderes.
La chimenea del sauna, humea y su olor trasmina mis sentidos,
un gusano repta dificultosamente para alcanzar la hierba,
lo logrará esta vez, no hay pájaros que atisben,
los mosquitos han decidido volver a la carga como ayer,
parece que se acerca la lluvia a Parkkuu.
Finlandia, Parkkuu 9 de junio 1993