Dikt Sombra
Sombra, tú, volando en autocares atestados
en los jardines en las pláticas nocturnas
en los suburbios en los árboles dormidos
en la calma de los mares y en las fábricas
en el canto melodioso de las madres
en la lluvia que nutre las cosechas
en el fondo imperfecto de las fuentes
en los versos que silban los abetos
en todos los colegios de la tierra.
Tú con tu tierna mirada
y yo de pie, sin palabras
como un muerto fugaz adivinado
por tus ojos de noche solitaria
presentido quizá soñado solo
que ya nunca sabré…
Pero más allá de las conversaciones urbanas
urdidas con cenizas de otras bocas;
más allá de la frontera de los trenes
que siempre parten después de medianoche;
más allá del refugio del que huye
y el inútil bullicio de las calles;
allende las trincheras violadas por el fuego
y el grito dolorido de los parias
allí donde los gatos ya no lloran
y la noche es un punto de partida
yacerán enterradas para siempre en el barro
treinta monedas turbias treinta cofres de llanto
y una sonrisa encinta nacerá de tus labios
y un universo virgen nacerá del encuentro.