El autor Víctor Botas

Dos miradas se amaron en secreto Durante muchos años. Dos palabras No dichas. Dos palabras que nadie Habrá de pronunciar. […]

Así, tan ricamente apoltronado Ante una taza de café y con mi Corona – cómo no – de Rey del […]

No te engañes: no hay más que dos caminos. Mas puedes escoger, así que deja Tu estameña y el cuenco […]

Más de una hora inquieto, Tratando de encontrarla por las calles, apostado En sitios estratégicos – esquinas En teoría casi […]

¿DE qué modo decírtelo? ¿Compararé tus ojos a las quietas Estrellas de la noche? ¿O, utilizando Resabiadas metáforas de Oriente, […]

Este asombro de ser apenas una Parte del universo, y ser sin duda Tan vasto como el orbe, y ser […]

Toma este ramo Que te ofrezco de rojas Tiernas caricias. * En solitario Sale a cazar el tigre. Huye la […]

Un castillo de naipes que se vino Abajo, para siempre; tu pasado: Horas que fueron tristes; el transcurso De un […]

Ciertos andares levemente hombrunos; Un diente que ahí está… descolocado; La nariz regordeta, o bien, alzado Su arco un poco […]

NI tus ojos ocultos. Ni esa rara Manera de moverte, dibujando Las cosas que me dices. Ni la breve Queja […]

La espuma y altas proas en la espuma De las playas de Italia y de Virgilio. Ese Eça de Queiroz […]

Esta noche, Francesca, Tus ojos son dos pájaros y van En vuelo delicado Hacia un silencio verde de hondas ramas […]

UN día estaré muerto. De la mano Que en soledad escribe estas palabras Una tarde de otoño, sólo un vano […]

Un día me verás, en la distancia De los años ya idos, como siempre Sentado en mi escritorio o dedicado […]

El 2 de septiembre del año 31 antes de Cristo Octavio (aún no era Augusto -lo sería En enero del […]

Sería Muchísimo mejor que no fumara Tanto, Me dicen Ceñudos los doctores. Imposible Seguir tan buen consejo: Este humo Que […]

La luna que miramos desde el Tíber O aquí, bajo la noche de los astros, Es única y común. Ritos […]

Cuando vas silenciosa -quieto silencio rojo del rubí Cauta serenidad de los felinos – Bajo la sombra verde de los […]

Aquí los veintisiete niños y las Veintisiete doncellas entonaron El Canto Secular. Aquí la noche (a esa del tres de […]

Como un gigante ciego Levanta el mar sus brazos Cargados de esmeraldas chorreantes Al cielo indiferente Círculos De gaviotas se […]