Dikt Noe
Me llamo Noé
Soy hijo de Lamec
Y descendiente de la lluvia
Soy hijo de esta ascensión de los seres al fuego
Creo en el origen de las cosas
En la evolución
En la muerte como amanecer
Y en la vida como pretexto de la muerte.
Me llamo Noé
No tengo arca
Ni siquiera un bote con remos
No he sufrido ningún tipo de diluvio
No he soportado el peso de la elección divina
Pero igual que el poeta de mi vida antepasada
He navegado todos los ríos
Todas las aguas
En busca del puente inteligible
Que me conduzca a Schuaima
Y al manantial sereno de todas las esencias.
Soy Noé
Y formo parte de las tribus del camino
Toda especie de animal me pertenece
Declaro como mías
Esa constelación de plumas que cruzan el Atlántico
Ese cielo de fósforos volátiles
Que besan a las estrellas en la hora nona.
Soy nieto de Matusalén
Y me apropio a voluntad
De los cisnes
De los peces y los pájaros
De las piedras y los riscos,
De los árboles.
Aunque no conozco en su totalidad el cosmos
Llevo en mis manos
El mapa de los pueblos
Por donde camino, navego, vuelo
Canto y elevo mi sueño
A otro minuto de ser
A otra corriente de río
A esperar a la niñez
– húmeda niñez, lluvia original –
Que viene de la arena
A restituirme
A fortificarme
A transformarme
En otro diluvio
Y en otro tiempo de sequía.