Dikt Plaza preneste
Tienen cicatrices por todas partes y la mirada que se dilata
Clavada entre los dedos desnudos de los pies y las manos
Caracoles asomados a ver este panorama
De barracas y chozas de cartón en torno al riachuelo.
Que no se quejen las paredes con grietas de la vieja fábrica
Porque los cadáveres escondidos aquí abajo la vuelven útil
De alguna manera se trabaja todavía, se sobrevive
Hay incluso ropa tendida en las hileras de alambre ya oxidado
Hornillos encendidos con sopa de verdura salchichas o frijoles.
Casi todos son del este con las caras castigadas por los rayos del sol
Pocos los africanos: están tres días, después desaparecen
Porque sus cuerpos humillados no logran detenerse
Yendo trás un sueño que todavía persiste…
Aquí en el infierno permanecen aquellos que todo
Han perdido sin encontrar nada
Sólo planchas de latón y basura y puertas de aire
El riachuelo de la calle Prenestina cubierta con las ruinas
De la antigua fábrica y allí, en verano, se trepan a los postes
En equilibrio desafiando la muerte y se zambullen en el agua
Teniendo cuidado de no golpearse la cabeza contra el fondo bajo.
Verdaderos actores, luego, al regresar a la superficie y mostrar
Los pocos dientes cariados y abultados y la boca que saluda
Apretada y torcida y sus voces que se mezclan con fragmentos
– que Dante por cierto apreciaría – de la lengua italiana.