Dikt Confusión (iv)
Bajo este sol de cobre que iluminar y confiere
el don de eterninad a toda transacción de compraventa,
al acarreo y al acopio,
atestiguas la costumbre de la piedad y la dureza.
Testigo de una sombra, una penumbra que avanza, el día
enfermo y mendigo que va dejando sus harapos
en la relojería, las vitrinas, y la verdosa luz del pequeño
acuario
donde el instante se alimenta de los minúsculos misterios
de la muerte que se confunde con el sueño.
Dichosa la inocencia que ha sido desdichada en su dominios.
Marca el dedo del sol sombras azules en las ventanas ;
la mano se detiene con la pluma en ristre,
cae después para tachar una puesta de sol
o restaurar una estrella.
Canta el gallo de la creación : su chorro de agua disolviendo
Sombras.
Con cánteros rojos viajan las mujeres al río, a envolver
sus congojas en el pañuelo que arrojan a las aguas.
Imágenes de un día que la memoria recrea con astudo artificio,
ante el fracaso de traducir en su propia lengua
el destino de todos,
en vez de un bolero divinamente terso,
incoherentes apuntes, fallidos, idiotas
versos dictados por el otro, el moribundo.
¿Podrá el olvido, el olvido que todo lo alcanza quedarse
con todo?
El olvido parecido a la muerte, a la muerte antes de nacer.