Dikt InvocaciÓn
De las infantas – la no olvidada –
Porque las manos abiertas contra
el cabello
Son la molesta caricia que reclama,
Las únicas que salpican de sombra
esta luz inmediata.
No fue prevista entre mis poros,
Se tejieron las migajas hasta
formar el cuerpo,
Pero eso sí, en otras capas,
Con otros sudores y decires que
me son ajenos.
Su carne blanda y pálida se bañó
de sangre
Entre otras piernas. Y así,
Saliendo a la luz tortuosa de gente
enmascarada
Se desgarraron tejidos hasta ponerla
en movimiento.
Sin embargo,
Yo no soy sólo tiempo de sal o de
ceniza,
Hay una materia inconclusa que
Absorbe el deseo de atraparla
Hasta ahorcar esos impulsos
perdurables,
Un requerimiento por la insaciable sed
de su voz – llamándome
Apuñalando el color amargo de la ausencia.
No es posible no atender
su lagrimeo salado
Porque es el mismo que hoy empapa
esta página abierta.
Poesia similar:
- Invocación Que otras vidas más hondas sofoquen mi nostalgia y que el don del valor me sea concedido. Que el amor […]...
- Te vi en el jardÍn de la memoria TE VI EN EL JARDÍN DE LA MEMORIA Llamándome como cuando de niños Íbamos hasta el río a merendar. Te […]...
- InvocaciÓn Andábamos amando las viejas oropéndolas, Buscando establecidas mariposas Entre las sederías insondables, Aportando la voz para cubrir el llano originado […]...
- Invocación Dicta las endechas puras del odio que en mi corazón duerme una estrella mutilada, que en mis manos yacen las […]...
- Invocación a la sonrisa Dame la ternura desde el sueño, dame ese cucurucho de sorbete que tenés en la sonrisa, dame esa lenta caricia […]...
- Inmensidad Hay un cielo llamándome a poseerlo Y yo me oculto debajo de él. Las estrellan treparon la cavidad celeste Y […]...
- Perro con palabras Estas palabras así tan otras empiezan con un perro. Nuevas y ya contaminadas palabras que traen entre hilos y fibras […]...
- La creación del mundo No desfloré a nadie. La primera mujer que vi desnuda (era adulta de alma y de cabellos) fue la primera […]...
- Ruego Quiero otras sombras de oro, otras palmeras con otros vuelos de aves extranjeras, quiero calles distintas, en la nieve, un […]...
- Hasta esta tarde serena de septiembre Hasta esta tarde serena de Septiembre Preludio de otras tardes Y arcón de tantas otras Diván para la calma del […]...
- Por qué escribe usted ¿Por qué escribe usted? Porque el fantasma porque ayer porque hoy: porque mañana porque sí porque no Porque el principio […]...
- La ventana Muchas veces He cerrado la ventana Que da a la calle de entonces, Muchas veces Porque no entrara el aroma […]...
- Quietud El ojo de la noche descubre el pálido abandono y absorbe hasta el negro su blancura. He aquí un espejo […]...
- El inefable rito de la sombra Trémulo el sol agoniza bajo el rito de la sombra Absorbe los colores del olvido, Mientras otros caminan inmutables Súbitamente […]...
- Poema a horacio quiroga…(de amores perros) Ya es hora. La selva me lo anuncia. El río ruge en su cauce Y los buitres sobrevuelan Olfateando mi […]...
- Vieja fotografía Afuera amanece en voz baja, La distancia duele como golpe de luna. Por el corredor regresa el aire, Tatúa en […]...
- Ellas y yo «El verdadero desierto es el yo, no sólo porque nos encierra en nosotros mismos, y así nos condena a vivir […]...
- Ciudad: san salvador Ésta es mi ciudad. Hay olor de gente por todos lados. Un olor atropellante que galopa sobre las aceras -y, […]...
- Trilce (poema li) Mentira. Si lo hacía de engaños, y nada más. Ya está. De otro modo, también tú vas a ver cuánto […]...
- Maldito sea el instante en que voló el dolor Maldito sea el instante en que voló el dolor Con su siniestro vuelo Cuál fue el motivo de su impulso […]...
- Te doy claudia, estos versos Te doy Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña. Los he escrito sencillos para que tú los entiendas. Son […]...
- Hoy escribo Hoy he decidido escribir sin parar, Por un momento sin pensar, Sin pensar lo que escribo, Sin pensar por qué […]...
- Qué tendrá ¿Qué tendrá? ¿Qué tendrá la hija del sepulturero, que con asco la miran los mozos, que las mozas la miran […]...
- El recurso del método Eras un poco aquello prohibido En mil cuentos contados antes de dormir Extravagante manía de seducir inciertos Un poco solamente […]...
- Náufragos Náufragos en el horizonte vertical desta película sin actores más que las palabras Perpetua lleva d la mano a la […]...
- En el jardín Voces llaman voces. Un pueblo de nombres se levanta. Cada rosa consume sus pétalos terrestres. Un gato polvoriento retira espinas […]...
- El instante desciende Tu rostro está oculto. Ya no me atrevo como en otras mañanas. El rayo de los pájaros que cae alumbra […]...
- DespuÉs de jauja Soy feliz Porque mi cuerpo busca su centro interior Porque cambian de voz y los reconozco Porque no soy de […]...
- Juana rosa en el alféizar Juana Rosa en el alféizar sobre su mar sin ventanas. Una nube compañera Le protege las espaldas, Porque el turbión […]...
- Otras noches A Maj-Britt Estas noches de lluvia las oigo en los cristales, estas noches de viento y no puedo moverme. A […]...
- Qué te doy ¿Qué te doy de mi cuerpo?, prestado a otros cuerpos, a otras vidas. ¿Qué puedo darte de estas frases?, préstamo […]...
- Epitafio (a la manera de constantino cavafis) Te dijiste un día- Iré a otro país, veré otras calles, Buscaré una ciudad mejor que ésta… Todos tus esfuerzos […]...
- Poema civ (la luna entre los platanales desgarrados) La luna entre los platanales desgarrados tiene esta noche una infinita tristeza. Es como si la palabra adiós, que nadie […]...
- Nil admirari Yo vivo para el crimen, pero para el crimen de cada día, el crimen sin porvenir. Es por eso que […]...
- La mantis religiosa Mi mirada cansada retrocedió desde el bosque azulado por el sol hasta la mantis religiosa que permanecía inmóvil a 50 […]...
- Incendio Dormida esta la ciudad, bajo los limpios reflejos de una luna sin mancilla en un nacarado cielo. Allá lejos zumba […]...
- Tu carcel TU CÁRCEL Tú quieres huir de mí Pero no puedes, Temes entregarte Porque no debes, Cuando te abandonas en mí […]...
- Noche blanca Para aquellos que, obligados, Se fueron del país Y nunca regresaron. Sobre la hoja turbia del exilio Garabateó las letras […]...
- La calle roba las heridas La calle roba las heridas las contamina de gente, de otras heridas. Allá, debajo de las barandas, la primera, nunca […]...
- Piedras Me ha caído un pozo encima me apedrean los hijos de mis padres, los hijos de otros padre, mi mujer, […]...