Dikt La ciudad invadida
Definitivamente
Dentro, porque acaso
Ofenden las gargantas atrevidas
Y no hay luz,
ni guitarras,
ni siquiera
Sabemos la raíz que nos sostiene
Cuando alguien, con todos sus galopes,
A caballo de la ira, recorriendo
La tierra que apenas limitamos,
Entre en la ciudad o reconquiste
La vanidad más alta del expolio.
Definitivamente
Dentro, aunque decreten,
Vestidos de héroes o tiranos,
El orden preciso a la ignorancia,
Aunque instauren
El dolor más oportuno, y a sabiendas
Del engaño que festejan, ya no canten
Más ciegos en las plazas, ya no haya
Otra certeza
mayor
que la del miedo,
Ni otro perfil más largo que la huida.
Definitivamente
Dentro, y que las piedras
Se vuelvan de golpe pensativas,
Se pueblen las calles de sorpresas
Sin que nadie comprenda de qué modo
El grito
ha vencido
a la palabra,
Sin que nadie, ni los niños
-tantos ojos redondos de inocencia –
Pregunte jamás de dónde vino
Este ejército
enorme
de invasores.