Dikt Poemas de la ausencia xix
Ahora
Que todo lo que tengo es deuda tuya
Extiendo mis brazos y te entrego
Hasta el último destello que dé vida,
Hasta el último amor que en ti me quepa
Y pueble las planicies donde el ansia
Encuentra su terreno y se establece
Una vez expoliados los silencios.
Tú bien sabes
Que hay silencios que antaño fueron voces
Y hoy se agrupan en silentes cofradías
Arrastrando la pena en procesiones,
Que hay celosos secretos enterrados
Al amparo de mis labios, escondidos
En el mismo calcañar de mis promesas,
Que de todas las palabras que he aprendido
Tan sólo he articulado las que el grito
Me ha acercado más acá de la conciencia.
Es por eso
Que te entrego también esta conciencia
Y te pido perdón si te he hecho daño
En la misma frontera del remedio,
Que te pido perdón y te prometo
Cubrirte de besos en la huida, hacerte
Más que adviento en esta espera, arrinconarte
En el último reducto de mis venas.
Ya ves
Que busco alrededores a tu cuerpo
Cada vez que te palpo en un pretexto,
Que voy merodeando tus contornos
Transitando imperceptibles cercanías
Por ver si de algún modo me descubres
Al cabo de todo lo que entrego
Al doblar esta esquina por ejemplo
De la deuda de amor que en ti contraigo.