Dikt El pastor más triste
El pastor más triste,
que en el valle y sierra
pace su ganado
la fragante yerba,
con lágrimas dice,
a la causa de ellas,
sus ansias mortales,
que mucho le aquejan:
Morena bella
tóquete de mi fuego
una centella.
Del alado dios
un rayo te encienda,
pues al de tus ojos
no hallo defensas,
aunque para verte
en ceniza vuelva
lo que más deseo
y menos deseas.
Morena bella
tóquete de mi fuego
una centella.
Me llamas Belisa,
más falso que Eneas,
y sin conocerme
por tal me condenas;
a otro cielo adoro,
fáltame la tierra;
y el de tu hermosura
me falta en ausencia.
Morena bella
tóquete de mi fuego
una centella.
La luz de tu rostro,
que tus ojos ciega,
destierre del mío
las tristes tinieblas;
hasta que te ablandes
crezcan mis endechas,
crezcan mis suspiros,
mis lágrimas crezcan.
Morena bella
tóquete de mi fuego
una centella.
Y que cuando caigan
de las altas sierras
las oscuras sombras
de la noche negra,
hacia su majada
el pastor da vuelta,
y en el monte y valle
el eco resuena:
Morena bella
tóquete de mi fuego
una centella.