Aunque soplÓ tus pÁrpados
Aunque sopló tus párpados la muerte El aire de tus odas sigue puro, Por eso te converso en esta tarde […]
Aunque sopló tus párpados la muerte El aire de tus odas sigue puro, Por eso te converso en esta tarde […]
Sobre tus hombros inclinar mi rostro. Un lirio aún vivo que encontré, contarte. Soy la culpable de tus versos lúgubres […]
Saldrán de mis costillas las violetas, Hijas mejores de mi propio fin. Se curará mi muerte en las raíces. Se […]
¿Te acuerdas de la vida, la otra vida De pasos espantados, de los huesos De aquel ciprés creciendo con nosotros? […]
Los goznes de los versos han cedido Al golpe de tu puño en carne viva. «No debe ser así; la […]
La primera señal: te salen lágrimas, Y escribes, sin querer, mejores versos. Se apagan los faroles de la cuadra, Pero […]
Ayer soñé contigo, Dios. Tú eras El trueno de las doce y la alta luna En una vieja noche entumecida. […]
Cualquiera llama a mi pequeña puerta. Cenar suelo con reyes y mendigos. Ay, cómo me atareo en repartir En dos […]
¿Faltar a mi deber? Jamás, amado, Pues si te fuera infiel ¿con cuál marido Tendría yo las bodas más hermosas, […]
Déjame que te cuente las palabras. Somos los hijos de los rojos versos Que vuelan cuando está la noche encima. […]
En Paraguay prohibieron tu poesía; Mas te leí setenta veces cinco. Y dije: «No, señor; ninguna culpa, Ninguna prueba cierta […]
A: Agnes Hazenbosch Llevo contando el cierzo, el aire, el suelo, La bruma, los geranios y el rocío. Sumo la […]
No se lo muestres nunca a nadie, Ni se lo digas A tu mejor amigo Haciéndole jurar con muchas copas […]
Te rezo Jesús mío en largas tardes Estando florecidas las estrellas. Y cuando a ti te rezo, vela en mano, […]
Ninguna noche ha sido como anoche, Neruda, para ti; ¡los tibios besos Que te ofreció Matilde, ya dormida En el […]
En fin, me pasa por andar de pálida Y por mi mala educación de hablar De sangre soterrada y trino […]
Si la hojarasca en niebla se convierte Yo dejo la ventana y voy, amado, En busca de tus sábanas. Me […]
Tienen las ramas esta madrugada El bienvenido aliento de las rosas. Las blancas mariposas de mis manos Nadie las ve […]
A Gabriela Mistral Antes de echar mi cuerpo al ebrio río, Muy ebria ya, entré por las abiertas Puertas del […]
Recuerdo el viento claro de otras tardes. Tocando castañuelas prodigiosas Le daba larga cuerda a mi niñez. Yo le pasaba […]