Dikt Noche de gala
Fui atrapado por tus fulgores. La noche lapidaba sus huesos hacia el gran estreno. Fetiches descarnados anunciaban la entrada en el delirio. Ibas vestida con una piel inagotable en sus caídas. Un clímax de ruinas que hacían de ti el despojo más codiciado del ritual. Y tu voz en la celebración de las imágenes, la gravitación de enigmas voraces, el mirar concentrado de todos en tus palabras, el escenario convertido en sombras de los sentidos que buscabas reproducir en tu lectura. Abrirte así, mi amor, me volvió un trotamundos de ti, el teatro pletórico de tu voz, la copa vaciada del silencio en tu espera. Además el palco repleto de vicios, los crímenes litúrgicos, las víctimas resecas, el explícito canibalismo. ¿Cómo pude amarte tanto, en un segundo apenas, y luego ser devorado por el terror de tu presencia? La trasgresión es fascinante también para aquellos que tienen por profesión evitarla. ¿Quién osa separar en el arte lo que es clemencia o bestialidad? Distinguir dulzura y salvajismo en tu voz, ¿de qué sirve? Cuido de todo con discreción. Espero que todos salgan del camerino y ruego por tu confianza, que dispenses las esposas. De camino a la comisaría aún me pregunto – no a ti, no a ti – qué diablos hicimos para hacer esto posible. Y parece que a nadie más en el mundo le importa.
Traducido al español por Benjamín Valdivia
NOITE DE GALA
Fui apanhado por teus fulgores. A noite lapidava seus ossos para a grande estréia. Fetiches descarnados anunciavam a entrada no delírio. Estavas vestida com uma pele inesgotável em suas quedas. Um clímax de ruínas que faziam de ti o despojo mais cobiçado do ritual. E tua voz na celebração das imagens, a gravitação de enigmas vorazes, o olhar concentrado de todos em tuas palavras, o cenário convertido em sombras dos sentidos que buscavas reproduzir em tua leitura. Ouvir-te assim, meu amor, tornou-me um trota-mundos de ti, o teatro repleto de tua voz, a taça esvaziada do silêncio à tua espera. Porém o palco repleto de vícios, os crimes litúrgicos, as vítimas ressequidas, o explícito canibalismo. Como pude amar-te tanto, em um segundo apenas, e logo ser devorado pelo terror de tua presença? A transgressão é fascinante também para aqueles que têm por profissão evitá-la. Quem ousa separar na arte o que é clemência ou bestialidade? Distinguir doçura e selvageria em tua voz, de que serve? Cuido de tudo com discrição. Espero que todos esvaziem o camarim e rogo por tua confiança, que dispenses as algemas. Porém a caminho da delegacia ainda me indago – não a ti, não a ti – o que diabos fizemos para tornar isto possível. E parece que a ninguém mais no mundo isto importa.