Dikt Rebelión de un recién nacido
REBELIÓN DE UN RECIÉN NACIDO
Dios está limitando con mi incredulidad
Constantemente.
Y mi incredulidad es tanto Dios, que estoy casi seguro
De poder adorarle.
Los hombres me cuentan sus historias,
Pobres, tristes, insignificantes…
Los niños nacen
Y nacen de algún modo las arañas.
Los niños y las arañas tienden a Dios sus redes.
Pero Dios no se rinde, no puede caer en la trampa.
Y sigue pisando redes y niños y arañas con la suavidad del aire,
Con la suavidad del aire de un Dios Padre.
Y sigue pisando niños y redes como un viento huracanado,
Digno hijo del aire.
Mas si llega a los hombres – como llega a los hombres –
La Humanidad es columpio de Dios.
Y se columpia Dios. Y arde. Y se columpia Dios. Y arde. Y…
Quién sabe, si pidiendo perdón ahora
A cualquier hombre que encuentre por la calle,
Dios dejará de arder en mi incredulidad.
¡Quién sabe!
(De Rebelión de un recién nacido, 1973)