Poesía española

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Dikt De patria y lengua

De patria y lengua
Primero se vende el territorio
Lo de las palabras viene después.
Ocurre en todas partes
Pero en estos confines
Se exacerba hasta el delirio.
Antes ya lo habían anunciado
Pessoa y Saramago
«la patria es solamente la lengua»
Tierra de inciertos sonidos
Que algunas tardes
Insisten en florecer.
Después de cada transacción
Los propietarios arrojan a los campos
Tercos demonios verdes
Y en las miradas ya esquivas
Otros signos maduran
Otras posesiones.
De líquidos y navegaciones
Mis amigos hablan siempre de un río
Cuyas aguas pasan hacia ningún lugar
Y tampoco se detienen.
No vuelven – dice Heráclito –
Mientras Zenón insiste
En que son las mismas
Y no otras.
¿Será o no será un líquido
De lo cual se habla?
Quizás este fluido no cabe
En el cauce del mundo
Y tampoco en una vida.

Tal vez observamos
Y al mismo tiempo navegamos
De tal manera que flotando
Nos creamos el hábito del ser
Aunque verlo no podamos
Y si por mirar no somos
Se hace imposible entonces
Navegar.
Epitafio I
Insistió en perdurar como forma
Y obviamente no pudo.
La eternidad
-es decir – la transformación
Lo acogió como a todos
Pues la materia nunca es igual
A sí misma
Cada instante ya es otra.
¡Ah!… ¿Y las palabras?
Espasmos del azar
Excrecencias de la carne
Alimento y combustible
Del vacío.
Desde lejos
Desde lejos
-sin apenas notarlo –
Hemos llegado a esta tarde
En la que finalmente contemplamos
El crepúsculo.
En lo alto
El sol aún deslumbra
Como un espejo
Que nos devuelve imágenes
Tantas veces repetidas.
Habitamos entonces ese instante
Como una apoteosis
A punto de derrumbarse
Bajo la madurez de la luz
Muy cerca ya de la ausencia.
El escenario se comparte con nubes
Deshilachándose
Como un telón en llamas.
Sin embargo… ¿ qué esperamos sentados
En la orilla?
Si el mundo se incendia otra vez
Frente a las aguas
Y cuando la sombra
Borra ya nuestros contornos
Un giro del azar
Tal vez un coraje
Germine viscoso
En la cavidad más tibia
De la sal.
Opciones
Una mente muy lúcida
Es algo así como una antorcha
Un faro que derrama a su alrededor
Enjambres de luz
Para iluminar los rumbos
De la vida.
Tiene sólo dos opciones.
Consumirse en el incendio
De sí misma
O provocar desprendimientos
De retina
La ceguera en los otros
La marcha a tientas
Por la intensidad del brillo
Capaz de revelarnos las nervaduras
Y filigranas del abismo
La textura de todas las ausencias
Del vacío.



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Dikt De patria y lengua - Juan Carlos Vilchez