Dikt Xvi (diario de un mÁrtir)
Mensajera peregrina,
Que al pie de mi bartolina
Revolando alegre estás,
¿de do vienes, golondrina?
Golondrina, ¿a dónde vas?
Has venido a esta región
En pos de flores y espumas,
Y yo clamo en mi prisión
Por las nieves y las brumas
Del cielo del septentrión.
Bien quisiera contemplar
Lo que tú dejar quisiste,
Quisiera verme en el mar,
Ver de nuevo el Norte triste,
Ser golondrina y volar.
Quisiera a mi hogar volver
Y allá, según mi costumbre,
Sin desdichas que temer,
Verme al amor de la lumbre
Con mi niña y mi mujer.
Si el dulce bien que perdí
Contigo manda un mensaje,
Cuando tornes por aquí,
Golondrina, sigue el viaje
Y no te acuerdes de mí.
Que si buscas, peregrina,
Do el ramaje un sauce inclina,
Ningún sauce encontrarás;
Y yo diré: – Golondrina,
Golondrina, ¿a dónde vas?
No busques, volando inquieta, ,
Mi tumba oscura y secreta.
Golondrina, ¿no lo ves?
En la tumba del poeta
No hay un sauce ni un ciprés.