Dikt De amor y desencanto
La vida no es un sueño, tú ya sabes
JAIME GIL DE BIEDMA
Que la vida no es un sueño
Ya lo sé desde hace años,
Hace ya muchos años, amor,
Que la vida no es sueño, ya lo sé,
Por mucho que te esfuerces
O me esfuerce
En tus pechos de piedra,
En tus piernas de nieve,
En tu lengua, jengibre,
Ginebra y granadina,
Son tus ojos extraños
Como flor de la ipomea.
Hermosa calipigia,
La vida definitivamente
No es un sueño, no,
Ni habrá momentos, amor,
Que levanten todos los huesos de la tierra.
No es más que el tránsito irremediable,
Hacia el lagar, de las avispas.
No me canses con arengas ni gramáticas.
No te entiendo, ya lo sabes,
Cuando me hablas del edículo
Donde la felicidad habita,
Ni del estíptico ascensor
Que nos transporta a la nada.
No me hables de nihilismo,
Panteísmo, hilozoísmo:
Son conceptos que traté
Y ya he olvidado.
No están los tiempos para arengas, no,
No me hables
Del paroxismo de la lírica
Ni de las tristes convulsiones de las musas.
No me diagnostiques
Ni me radiografíes, pues es esto,
Esto es todo lo que hay.
Con tus ojos extraños como flor de la ipomea.
La inmolación de la carne.
Bésame, el alcohol
Disfraza el aliento, ¿no notas
El inconfundible sabor metálico
Que deja el fracaso en las encías?
Hermosa calipigia,
Hace tiempo que la vida no es un sueño,
Hace ya muchos años
Que la vida no es un sueño,
Ni hay paroxismo, mi amor,
Que levante todos los huesos de la tierra.
Dame la carne y asumamos el fracaso,
Pero antes dime, ¿qué me notas?,
¿me encuentras cínico, eleático,
Estoico o peripatético?